Algunos de los detenidos en San Francisco el Grande fueron puestos en libertad al poco tiempo. No había cargos contra ellos, o el Servicio de Información Militar no supo encontrarlos. Algunos fueron juzgados y otros, después de un proceso tan largo como la propia guerra, absueltos o condenados a muerte. Es el caso del más joven de los Ordeig. Sin embargo, la pena se le conmutó por treinta años de cárcel. El caso más curioso de todos fue, precisamente, el del arquitecto José Mª. Rodríguez Cano, quien, como responsable hasta mayo del 36 de la Quinta Zona, también lo había sido de losmonumentos de Badajoz.

No había modo de conseguir su liberación y tuvo que ser una intervención directa del propio ministro de Defensa, Indalecio Prieto, la que consiguiese ponerlo en la calle. El SIM seguía teniendo serias dudas sobre sus actividades. Apenas hay fotos suyas en los archivos, parecía que las evitaba cuidadosamente. Poco después fue movilizado y destinado a un regimiento de zapadores, que se movió hacia Cataluña, según se desplazaba allí el punto focal de la contienda. Llegó a Barcelona y con la ayuda más que probable de una red falangista clandestina logró cruzar la frontera de Francia. Y, luego, se trasladó a Sevilla, donde residía su familia. Lo detuvieron las autoridades franquistas nada más llegar, en tanto no se aclaraba si era un infiltrado republicano y fue liberado en cuanto se documentó su personalidad real. Falto de trabajo lo intentó buscar en Córdoba, pidiéndolo a su antiguo colaborador y ahora responsable de la Quinta Zona arquitectónica, Félix Hernández. Y éste no pudo o no quiso dárselo.

Resulta todavía misteriosa la relación de Hernández con la Falange. No se le conoce militancia, pero es uno de los pocos responsables de zona que comenzó la contienda en el puesto y continuó después, sin sufrir proceso de depuración alguno. Falta contar que Rodríguez Cano era sobrino de Manuel Gómez-Moreno, por parte de su mujer. ¿Conocía éste algo de las actividades de su pariente, con el que trabajó en San Francisco el Grande? No consta, ni en un sentido, ni en otro. Pero José María era espía y se le pidió, no sé si la consiguió, una medalla especial por méritos de guerra.

*Arqueólogo