Han transcurrido tres años desde que las máquinas derribaron el edificio de la asociación de vecinos de Santa Marina, dentro de la obra del párking que se construye en la plaza de Conquistadores, y todavía los vecinos no tienen fecha para la entrega del centro cívico que se ha levantado en el mismo lugar.

"En estos momentos no hay nadie trabajando en él", según Francisco Crespo, presidente de la asociación vecinal, quien se quejó del retraso de esta obra, "que debería haber concluido hace un año".

La idea de la empresa, Mesas del Río, es abrir a finales de año el párking, luego la plaza y finalmente el centro cívico, según las referencias que tiene Crespo.

En su opinión, el problema del retraso se debe "a la falta de liquidez de la empresa, que empezó con un presupuesto de 9 millones y se ha ido a 18 millones. Esperamos que una vez empiece a funcionar el párking y pueda vender algunas de las plazas reservadas a los residentes tenga liquidez para terminar el centro cívico", señaló.

A los vecinos les urge esta obra, porque en los tres últimos años han visto reducido el espacio y también las actividades que ofrecía al barrio. En estos momentos la asociación trabaja en tres locales separados, en las calles Héroes de Cascorro, Agustina de Aragón y Francisco Crespo, y la falta de espacio les ha llevado a suspender el taller de portugués y el aula de pintura. "Además necesitamos un salón de actos, porque estamos muy limitados".

No obstante, la asociación desconoce aún de qué espacio dispondrá en el nuevo centro, que tendrá que dotar y equipar el ayuntamiento ya que es de titularidad municipal.