Es la novela de la que más orgulloso se siente y, aunque dejar atrás a Trajano, un personaje del que ha aprendido y que lo ha acompañado los últimos siete años le dejó cierta sensación de "orfandad", la combate embarcándose en la historia de un nuevo personaje. Santiago Posteguillo visitó ayer la Feria del Libro de Badajoz para presentar La legión perdida , con la que cierra la trilogía sobre Trajano y de la que ha vendido más de 100.000 ejemplares solo en España (ya va por la sexta edición).

En la novela, el autor plantea un pulso dramático entre el fantasma del miedo que se cierne sobre los legionarios cuando van a cruzar el Eúfrates, después de que 150 años antes una legión entera desapareciese a manos de los partos, y el carisma y liderazgo de Trajano, que los dirige sin temor alguno. La acción y la emoción se suceden en las más de mil páginas de este libro, que no solo recrea el Imperio Romano, sino otras tres civilizaciones del mundo antiguo: Partia, el Kushan del norte de la India y Afganistán y el Han chino. Esto, según su autor, ha sido un importante reto narrativo para él, "pero como veo que ha quedado atractivo para los lectores, estoy muy satisfecho", dijo.

Según el escritor, aunque de Trajano se ha escrito mucho desde el punto de vista académico, no ha sido así desde el literario, por lo que con su trilogía ha querido recuperar para el gran público un personaje que dejó una impronta "de muy buen gobierno". En este sentido, destacó su eficaz gestión del dinero público, su lucha contra los corruptos, a quienes obligaba a devolver lo que robaban y exiliaba a lugares remotos, y sus inversiones en cultura o justicia. "Exigía, pero daba siempre ejemplo, y así conseguía una gran autoridad moral", defendió.

En este sentido, consideró que la clase política española y del resto del mundo debería leer más sobre Trajano, a quien --citó como ejemplo-- los militares norteamericanos copiaron la estrategia militar para la intervención de Irak, mientras que los políticos "olvidaron que Trajano también tenía planes para la posguerra".

Aunque sin dejar atrás la parte didáctica, Posteguillo mantiene el interés sobre su obra tratando de que su narrativa sea "lo más entretenida" posible. "Cuando escribo pienso en mis novelas como películas", dijo, pues cree que hay que aprovechar que la narrativa cinemátográfica está muy presente en la mente de los lectores. De su anterior trilogía sobre Escipión el Africano ya tiene los derechos cedidos a Mediapro para convertirla en serie de televisión, aunque por su alto coste aún no está muy claro si el proyecto saldrá adelante.