El derribo del último edificio que quedaba en la plaza de Santo Domingo, que ayer iniciaron las máquinas, dejará paso al proyecto de remodelación de este espacio, en el que se construirá una rotonda elíptica y se sustituirán los adoquines por aglomerado. Con la demolición de este inmueble, en cuyos bajos había una farmacia, culmina el derribo de todas las edificaciones expropiadas por el ayuntamiento para ampliar la plaza de Santo Domingo.

El dueño de esta propiedad, a quien también pertenecía el edificio rojo que se derribó el año pasado y que costea los gastos de demolición, levantará en este lugar un inmueble retranqueado. Una vez terminen los trabajos, la empresa Conyursa, a la que se ha adjudicado la remodelación de Santo Domingo por un importe de 230.000 euros con cargo al Fondo Estatal de Inversión Local, tendrá vía libre para iniciar las obras de reforma.

Además de la rotonda elíptica y la sustitución de los adoquines, la remodelación de la plaza afectará a la ordenación de los aparcamientos actuales --habrá en línea y en batería-- y a la iluminación, que se renovará, según detalló el concejal de Urbanismo, Celestino Rodolfo. También se sembrarán varios árboles en la esquina con la calle Santo Domingo y se cambiará la señalización vial vertical y horizontal.

Rodolfo apuntó que aún no se ha decidido si en el interior de la rotonda se construirá una fuente --aunque se hará con la infraestructura necesaria para que pueda levantarse en el futuro-- o se colocará una estatua. De momento se ajardinará, porque ni la fuente ni la estatua entran dentro del proyecto financiado con fondos estatales.

El concejal recordó que quedarán fuera de la reordenación de la plaza de Santo Domingo dos inmuebles, uno cuyos bajos ocupa el mesón Los Monteros y otra pequeña edificación contigua.