El superintendente de la Policía Local de Badajoz, Miguel Sardiña, comunicó ayer al alcalde, Miguel Celdrán, que se está planteando solicitar su jubilación anticipada, según confirmó el mismo en declaraciones a este diario. La conversación entre ambos se produjo en el encuentro que mantuvieron por la mañana en el ayuntamiento y del que Sardiña prefirió no dar detalles a la espera de resolver su actual situación.

Sardiña explicó que en estos momentos --tres meses después de que provocase un accidente con dos heridos al circular ebrio-- sopesa esta posibilidad y que él mismo anunciará públicamente su decisión cuando ésta sea firme. Aunque otras fuentes consultadas apuntaron que el superintendente ya ha presentado la solicitud de jubilación anticipada con fecha 1 de mayo, preguntado al respecto Sardiña negó que esto fuera así e insistió en que solo ha trasladado al alcalde que se está planteando esa opción.

TRES AÑOS ANTES Miguel Sardiña accedió al puesto de máximo responsable de la Policía Local de Badajoz en 1995 por oposición. En estos momentos tiene 62 años, por lo que de decidir solicitar la jubilación anticipada lo haría tres años antes de lo que recoge la normativa.

El superintendente de la policía local está suspendido cautelarmente de sus funciones desde finales del pasado mes de enero, cuando tuvo lugar el accidente de tráfico en la rotonda junto a la gasolinera de Elvas y dio positivo en el test de alcoholemia. En esos momentos, estaba de baja médica tras haber sido intervenido quirúrgicamente para colocarle un bypass en la pierna.

Sardiña reconoció ayer que aún no se encuentra bien ni anímica ni físicamente, ya que tras la operación ha sufrido algunas complicaciones médicas que le hicieron regresar al hospital.

Tanto él como las dos personas que resultaron heridas en el accidente ya han prestado declaración en los juzgados. En estos momentos, según informó ayer José Manuel Rubio Gómez-Caminero, abogado de Sardiña, están a la espera de que ambos reciban el alta médica para que se fije la fecha de celebración del juicio.