Han durado poco más de una semana. En cuanto la Policía Local de Badajoz ha concluido que su presencia no se ajusta a las necesidades del entorno, han sido retiradas. Coincidiendo con las obras de conversión en plataforma única del entorno de la plaza de San Andrés se habían instalado unas nuevas señales de tráfico verticales, que hasta ahora no existían en ningún punto de la ciudad. Se trata de la señal de calle residencial, la S-28 según el Código de Tráfico y Seguridad Vial. Es rectangular de color azul con varios iconos blancos de un peatón caminando, un niño con una pelota y un coche, separados de una casa por una línea.

En las redes sociales hay quien la había calificado de «jeroglífico». Este diario encuestó a una decena de usuarios de la plaza, con o sin carnet de conducir, y tan solo una joven la reconocía, aunque no sabía todo su significado. Casi todos los vecinos consultados sí coincidían en que podía tener que ver con que el peatón tiene preferencia ahora que la plaza es de plataforma única. Así es, esta señal identifica las zonas con prioridad para los peatones. Pero contiene mucha más información, pues allí donde sea colocada, la velocidad máxima de los vehículos no debe exceder los 20 kilómetros por hora y sólo pueden estacionar en lugares designados por señales o marcas viales. Además los peatones pueden utilizar toda la zona de circulación y, por último y más sorprendente, los juegos y deportes están autorizados en esta vía.

Es este último permiso el que ha motivado la decisión de la policía local de retirar estas señales. Ayer ya se quitaron y en los próximos días se colocarán las que existen en otras calles y plazas con plataforma única en la ciudad que indican que están compartidas por vehículos y peatones (que tienen prioridad) y la velocidad se limita a 20 kilómetros por hora. La colocación de la S-28 estaba incluida en el proyecto del servicio de Vías y Obras y no contó con el asesoramiento de la policía local, cuyo departamento de Seguridad Vial ha entendido que estas señales son para «calles residenciales», tal vez de urbanizaciones cerradas, una definición que no se ajusta a las posibilidades de San Andrés.