La Guardia Civil instruyó diligencias judiciales a un vecino de Badajoz por un delito contra la fauna, después de que agentes de Tráfico de servicio en la carretera EX-100, en el término pacense, observaran en actitud sospechosa al ocupante de un vehículo estacionado cerca de la vía. Esta persona, al ver a los guardias abandonó en la cuneta varios sacos.

Tras una inspección de los mismos, los agentes comprobaron que contenían tres jaulas con 116 jilgueros, artes de caza ilegales y un reclamo digital, por lo que alertaron a las patrullas de servicios que lo interceptaron de inmediato en la misma vía.

Identificado el conductor, vecino de Badajoz y con antecedentes por delitos de caza, se inspeccionó del turismo, hallando en él otros elementos para la captura de aves. Poco después, los jilgueros capturados fueron liberados en su hábitat natural.

Ya en dependencias oficiales, el Seprona instruyó diligencias judiciales al infractor por un delito contra la fauna, utilizando, presuntamente, artes ilegales y reclamos digitales no selectivos y masivos .

«Cazar especies silvestres con artes ilegales, con procedimientos con carácter no selectivo para las especies, y masivo por afectar indiscriminadamente a gran cantidad de aves, son constitutivo de un delito contra la fauna, que puede suponer pena de prisión de hasta dos años», recordó la Guardia Civil en una nota.

La causa es que tales prácticas diezman las poblaciones de estas especies, por lo que tras la moratoria de la Unión Europea para que las asociaciones silvestristas consiguieran un stop reproductivo para su cría en cautividad hasta el 2018, en la actualidad no se permite la captura que autorizaban las CCAA, según la Directiva 2009/147/CE, conocida como AVES. Las diligencias pasaron al Juzgado de Guardia de Badajoz.