Diez trabajadores se incorporarán de manera «inmediata» al Instituto Municipal de Servicios Sociales (IMSS) a través de contrataciones realizadas con fondos propios del ayuntamiento, de la Estrategia de Desarrollo Sostenible e Integrado (Edusi) y el convenio con la Junta (programa Crisol). Los nuevos trabajadores desempeñarán sus funciones en los distintos centros de los servicios sociales (el de la calle San Lorenzo, San Fernando, Suerte de Saavedra y San Roque) en función de las necesidades que existan en cada uno.

Esto supondrá un incremento en la plantilla del IMSS del 15%, una cifra que el alcalde, Francisco Javier Fragoso, confió ayer en que pudiera ser aún mayor si el Gobierno regional asigna más trabajadores sociales a Badajoz como, según defendió, le correspondería si no fuera porque la ciudad está «discriminada» en el ratio de este tipo de profesionales por habitante, siendo «la que menos dotación» tiene, pese a que se trata de una competencia autonómica que el ayuntamiento lleva a cabo por convenio.

En este sentido, Fragoso añadió que a esto se suma que la Junta sea «incapaz» de desarrollar determinadas políticas sociales y sean los ayuntamientos los que tengan que asumir su tramitación, pese a no recibir recursos para ello, como ocurre -citó- con las Ayudas de Mínimos Vitales. «Todas las políticas sociales de la ciudad se llevan a cabo fundamentalmente gracias al esfuerzo sobrehumano que han hecho los trabajadores del ayuntamiento para que no haya un solo beneficiario que se quede sin esos recursos», defendió.

El alcalde realizó estas declaraciones durante la visita que realizó, acompañado por la concejala del IMSS, Rosario Gómez de la Peña, al centro de servicios sociales de San Fernando, que se ha ampliado con una inversión de 180.000 euros. El ayuntamiento adquirió un local contiguo con el que las instalaciones han ganado cien metros cuadrados (en total disponen de 320 metros cuadrados), lo que ha permitido que se habiliten cinco despachos más, así como una sala de espera y un salón de usos múltiples, en el que se desarrollarán talleres de intervención social que hasta ahora no se impartían por falta de espacio. En este centro se atiende a una media de 60 personas a la semana con cita, a los que se suman el resto de usuarios que acuden cada día sin contacto previo.

Además de la ampliación, la obra también ha permitido dotar el centro de medidas para garantizar la seguridad de sus trabajadores, como la intercomunicación de los despachos, a lo que se unirá la vigilancia privada que se contratará en mayo.

«Para nosotros los servicios sociales siempre han sido una prioridad y lo hemos demostrado con hechos y no solo con palabras», aseguró Fragoso, quien subrayó que ha sido el único área del ayuntamiento que en los años de la crisis económica «nunca tuvo una disminución, sino todo lo contrario», potenciando las actuaciones de intervención social en barrios a través de proyectos como Convive, al que en los últimos años se han destinado 500.000 euros, o colaborando con colectivos que dejaron de recibir subvenciones por parte de la Junta o del Gobierno central.