La romería de Bótoa se celebra desde hace 500 años en unos terrenos en torno a la ermita, que sea quien sea el propietario en cada momento, tienen una servidumbre de acampada de dos días al año para este fin.

Mas esta situación, tradicionalmente respetada por los dueños del terreno, pues solo se ha dejado de celebrar la romería en el periodo de la Guerra de Secesión, se vio quebrada hace una década, cuando miembros de la familia Camuñas, que proyectaban construir una urbanización en la zona, vallaron la finca y metieron animales a pastar en ella.

El pleito iniciado por la hermandad para que se le reconociera su derecho a celebrar la romería duró en torno a cuatro años y no se ganó hasta hace unos siete. Pero no fue por el Código Civil actual, sino apelando a las Leyes de Las Partidas de Alfonso X 'El Sabio'.

Así, al demostrar de forma fehaciente que dicha servidumbre de acampada era anterior al actual Código Civil y que provenía de la época de Transhumancia, la misma fue finalmente reconocida, explica Fernando Sánchez Cuadrado, mayordomo de la Virgen, que llevó el caso.