Ni el consejero de Sanidad y Políticas Sociales, José María Vergeles, ni el presidente de la diputación, Miguel Ángel Gallardo, ven viable el traslado del Centro de Salud de la Zona Centro de Badajoz al antiguo hospital provincial. El primero porque ya lo contempló y la diputación, como propietaria, aclaró que no es posible; y el segundo, porque «no parece lógico demoler y luego construir», pues «esa zona del edificio, reconstruida en los años 80, padece patologías y daños estructurales». Ambos respondieron así, a requerimiento de los periodistas, sobre la moción aprobada en el pleno municipal del pasado jueves, en la que se instaba a la Junta y a la diputación a trasladar a ese edificio el centro de salud, con el voto de todos los grupos excepto del socialista.

Ambos coincidieron en interpretar la moción como una actitud deliberada de «confrontación», y se negaron a «entrar en guerras y polémicas», reclamando «responsabilidad» y «soluciones para los problemas de los ciudadanos».

VERGELES / José María Vergeles manifestó su respeto al pleno y señaló que «estamos abiertos a todas las posibilidades», si bien calificó de «muy comprometida la viabilidad de la propuesta, por decirlo suavemente». Afirmó que «la Junta ha hecho sus deberes y ha planteado las posibles alternativas: traslado a los juzgados o al Provincial, y ha solicitado al ayuntamiento un espacio». Una vez descartado el Provincial «porque no queda nada de la estructura donde se ubicó en su día el centro», quedan el edificio judicial o la cesión de un terreno.

Por ello, dijo, «nos gustaría que el ayuntamiento hiciese una gestión adecuada, que hable y negocie con los vecinos y que trabaje para que podamos construir el centro lo antes posible».

Señaló el consejero que «las entidades locales tienen una responsabilidad; no se puede responder con una patada al balón o pasarlo a otras administraciones». Y que «La Junta ha hecho lo que debía, trabajar para ver si era viable el traslado del centro de salud a los juzgados», que parece que sí; y solicitar un terreno al ayuntamiento.

GALLARDO / Por otro lado, el presidente de la diputación defendió «el acuerdo frente a la confrontación permanente, solo para dar una patada en la espinilla al candidato socialista a la alcaldía».

Insistió en la inviabilidad de llevar al antiguo hospital el centro de salud «porque en la parte que se está rehabilitando no cabe un alfiler» y «en la zona nueva, de los años 80, hay que demoler todo el interior dejando la fachada, que está protegida, porque tiene patologías y deficiencias en la estructura».

Añadió Gallardo que «si alguien entiende que se deba demoler para luego construir, todo con dinero público, allá ellos». Y recordó que «en cuatro meses habrá una corporación provincial nueva, y una municipal, que estoy convencido de que será distinta a la actual, y decidirán qué hacer con la parte que no está en uso, y si quieren tirar 2,6 millones de euros».

EDIFICIOS ABANDONADOS / «Extraño» y «triste» consideró el presidente de la diputación que «cada vez que hay que hacer algo en la ciudad, con los edificios abandonados que hay, municipales, se piense en uno que no es municipal, sino de la diputación».

Gallardo aseguró que «si yo soy presidente de la diputación, seguiré la ruta marcada con el consenso existente», pues en su momento se llegó a un acuerdo entre el ayuntamiento, la Junta y la diputación «para que fuese un edificio de referencia y empuje para el centro de Badajoz».

OBRA TERMINADA EN JUNIO / El presidente dijo que las obras del Provincial «van a buen ritmo, los trabajos para crear un mercado gourmet concluirán en junio». Y que además, se acordó ubicar en el edificio la Escuela de Idiomas y la Biblioteca de Extremadura. «Esos son los consensos; si hay quien busca confrontación con la diputación, en su presidente no la van a encontrar», dijo. E incidió en que «la política en Badajoz se utiliza para crear problemas; no contribuiré a eso, cuando éste problema llevaba 15 años y resolverá en esta legislatura».

«En todo caso --indicó--, si se quiere tener credibilidad ante los ciudadanos deberían aplicarse el cuento y no buscar confrontación». Y añadió que «quien quiera romper los consensos, allá ellos; los ciudadanos decidirán».

Gallardo concluyó con que «lo lógico y lo razonable es que, cuando se necesita un centro de salud en una población, los ayuntamientos cedan el suelo para que se pueda construir en ese espacio; y no se dice: Oiga, que usted le dé un espacio en su propiedad para hacer el centro de salud».