El Servicio Extremeño de Salud (SES) tendrá que indemnizar con 200.000 euros a una auxiliar de clínica que hace ocho años sufrió una intoxicación cuando trabajaba en el hospital Infanta Cristina, a consecuencia de la cual tiene la invalidez absoluta desde enero del 2002.

La trabajadora, Francisca C. A., presentó en mayo del 2000 una reclamación por responsabilidad patrimonial ante el Insalud, que la desestimó, motivo por el que la afectada acudió a la vía judicial. Ya en octubre del 2005, tras diversas incidencias procesales, el Juzgado de lo Contencioso Administrativo 1 de Mérida estimó el recurso presentado por la trabajadora y anuló "por ser contraria a derecho" la desestimación del Insalud (ahora SES) de la reclamación de responsabilidad patrimonial y condenó al SES a indemnizarla con 200.000 euros.

El SES recurrió esta sentencia del Juzgado de Mérida ante la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura, que ahora ha resuelto también a favor de la trabajadora. Confirma "en su integridad" la sentencia del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 1 de Mérida, haciendo constar que contra esta sentencia "no cabe ya recurso ordinario alguno".

MANIPULACION DE TOXICOS Francisca C. A., fue contratada por el Insalud en octubre de 1996, y según se recoge en la sentencia, el 30 de abril de 1998, estando prestando sus funciones en el Servicio de Esterilización del hospital Infanta Cristina, tuvo que acudir a Urgencias por sensación de mareos, erupciones cutáneas y otros síntomas, "siendo diagnosticada como intoxicación por tóxicos, y asistida por Salud Laboral". Y se añade, a continuación, que dicha intoxicación "se produjo por el contacto con glutaraldehico, que se encuentra en productos utilizados en los Servicios de Esterilización del Infanta y en el Materno Infantil (Cidezyme y Sterigas)".

Posteriormente, el 30 de octubre de 1998, comenzó a trabajar en el Materno Infantil, pero tuvo que darse de baja el 27 de enero de 1999, iniciando un procedimiento para que los hechos se consideraran accidente laboral, "lo cual fue declarado por la Administración competente".

Esta auxiliar de clínica tiene la invalidez permanente absoluta desde el 24 de enero del 2002, estado que se estima consecuencia de la intoxicación y las complicaciones y secuelas posteriores, algo "únicamente atribuibles al Insalud por cuanto no tomó las medidas ni medios de precaución necesarios para evitar que los productos antes citados no afectasen ni a los empleados ni a los pacientes, medidas de protección que finalmente tuvo que tomar al constatar la peligrosidad del agente tóxico utilizado".