TEtste año la Secretaría General de Turismo de España se ha portado con Badajoz y ha declarado Fiestas de Interés Turístico Nacional a las dos celebraciones más importantes de la ciudad: la Semana Santa y el Carnaval. ¡Dos declaraciones en el mismo año! No está nada mal.

Sobre el mes de abril llegaba la ansiada noticia tanto para el ayuntamiento como para las cofradías; y la Semana Santa de este año se celebró bajo el epígrafe de Fiesta de Interés Turístico Nacional. Y tan sólo seis meses después, concretamente la semana pasada, llegaba otra alegría para la ciudad y especialmente para las comparsas, las murgas y el resto de agrupaciones que participan directamente en el Carnaval, al recibir esta fiesta el mismo reconocimiento.

Abrumados por los datos del paro, los anuncios de ajustes y recortes, el déficit, los rescates y no sé cuántas situaciones complejas, más; noticias como éstas parecen oasis en el desierto y hasta provocan una especie de catarsis social. Lo anuncian con regocijo los medios de comunicación y las redes sociales. Se comenta en las tertulias y en la calle. Estamos deseosos de buenas noticias. Y en esta ocasión no es para menos. El prestigio y la promoción que fuera de nuestra región van a recibir tanto la Semana Santa como el Carnaval, le darán un impulso importante a estas fiestas. Es evidente que ambas se conocerán más, y serán más los que puedan venir a comprobar las excelencias que se cuenten de ellas.

Y es justo esta situación la que nos obliga a ser mejores. A mantener e, incluso, a mejorar la calidad de nuestra Semana Santa y el Carnaval. Y aunque a nadie se le escapa que las declaraciones de Fiestas de Interés Turístico Nacional, llegan en el peor momento económico, no podemos escatimar en esfuerzos. La inversión en turismo siempre revertirá en la ciudad. Y aunque los beneficios no se vean a corto plazo, seguro que merecerá la pena.