Personal de emergencias de la Base Aérea de Talavera la Real, así como del Aeropuerto de Badajoz (AENA) participó ayer en un simulacro de accidente de aviación, en el que una avioneta civil con dos pilotos y nueve pasajeros que alertó a la torre de control de una emergencia, se estrelló al intentar aterrizar en una calle de la pista de rodaje, según explicó Francisco Javier Ortega, jefe de Escuadrillas de Apoyo Operativo de la base.

En el ejercicio, que AENA obliga a realizar cada dos años, intervinieron también el SES, Protección Civil, cuerpos de seguridad, bomberos y Cruz Roja, que debieron coordinarse y comprobar que funcionan los respectivos protocolos. El ejercicio se planteó para entrenar a los cuerpos de emergencias para que estén disponibles en caso de accidente. En el de ayer, los figurantes eran voluntarios de la base.

Una vez que se produjo el accidente, con el resultado de dos fallecidos y nueve heridos de distinta consideración, se activaron todos los servicios de emergencia de la base «aplicando nuestro plan de reacción», dijo.

Al ser una aeronave pequeña, con los servicios de rescate y contraincendios de la base fue «suficiente», por lo que solo se activó la ayuda externa sanitaria, al 112. Los medios llegaron como marca el Plan de Emergencias para el Tráfico Civil. El ejercicio contempló que hubiera víctimas mortales, así que una vez evacuados los heridos a los centros hospitalarios, actuaron los medios forenses para identificar, levantar y trasladar los cadáveres.

En el caso de que el avión fuese de grandes dimensiones, se aplicaría el plan de emergencias a nivel superior. Al ser una avioneta civil, la base trasladó a AENA la información para que avisase a los familiares.

Durante todo el simulacro trabajaron observadores de todos los cuerpos intervinientes, para testar el funcionamiento y aplicación de los distintos protocolos. Y una vez finalizado el ejercicio, se reunieron para analizar lo ocurrido y corregir lo que hubiera salido mal.

«Este simulacro de AENA es cada dos años pero nosotros lo vamos realizando cada equis tiempo. El desarrollo ha sido el normal, nos hemos desplegado como si fuera un simulacro de los que hacemos nosotros, solo que la diferencia es el número de víctimas y la capacidad que nosotros tenemos», explicó Fernando Tala, jefe de Sanidad del Ala 23.

El simulacro, dijo, «desde dentro, ha ido muy bien, sobre todo la reacción y la coordinación de todos los servicios, porque llega un momento en el que hay muchos medios y se podrían agolpar, pero no, ha sido todo genial, visto desde dentro».