Los simulacros son necesarios para que los profesionales afinen las medidas a tomar en determinadas emergencias, para que la sociedad tenga la confianza de que si algún día ocurre algo, sepa que tenemos a unos profesionales y una tecnología que nos ayudan y nos protegen parara que el daño sea el menor posible». Así se manifestó ayer Begoña García, consejera de Medio Ambiente y Territorio de la Junta de Extremadura, en relación al accidente simulado, por colisión entre vehículos que portaban mercancías peligrosas y radioactivas -que se escenificó en la rotonda de Caya por el grupo de teatro de Puebla de la Calzada--, en el que participaron unos 200 miembros de cuerpos de seguridad y de emergencias de Portugal y España.

El ejercicio consistió en una colisión en la glorieta de Caya, entre cinco vehículos: un autobús de pasajeros portugués, un tractor con una cuba de ácido nítrico, un camión cisterna con ácido clorhídrico, un turismo con cuatro ocupantes y un furgón de Portugal con radiofármacos para tratar tumores, destinado al Hospital Universitario de Badajoz y liberó cesio e iridio, Esa rotonda distribuye el tráfico de la BA-020, acceso de la A-5, del Faro (afectado) e Ifeba; y ahí se desarrolló el operativo, con el resultado de dos fallecidos, 21 heridos y unos 90 afectados por radiación, que hubo que atender en un escenario de riesgo tóxico y radiológico.

MANDO Y MEDIOS / Con el puesto de mando en la Sala de Crisis, en Mérida, otro de avanzado, de coordinación, instalado en Ifeba, y otro operativo, en el mismo lugar del suceso, responsables políticos y técnicos coordinaron a tiempo real la actuación de los grupos intervinientes, conforme obtenían información de los profesionales que actuaban sobre el terreno, de un helicóptero en un primer momento y de un dron para realizar la caracterización radiológica con un mapa de la situación y medir los niveles de contaminación, y Enresa para retirar el material radioactivo.

Primero en nivel 1 de emergencias, con intervención de bomberos municipales y de diputación, policía local, Cruz Roja, SES, Uex; y luego nivel 2, sumando los cuerpos y medios movilizados por la Delegación del Gobierno: Policía Nacional y Guardia Civil con unidades RNBQ y Tedax, Protección Civil, UME, Aemet, Brigada XI, Cruz Roja, Consejo de Seguridad Nuclear, y Enresa, con sus respectivos medios. Y con sus correspondientes en Portugal: Agencia de Medioambiente, Autoridad Nacional de Protección Civil, Bomberos de Elvas, GNR de tráfico y NRBQ, e Instituto de Emergencias Médicas.

Ante el vertido de los ácidos nítrico y clorhídrico, que al unirse forman «agua regia» -en hechos reales se almacena para descontaminarla- y una nube tóxica, a lo que se sumó la emisión de radiación, las autoridades de los dos países pusieron en marcha los protocolos de los planes especiales de Riesgos Radiológicos (Radiocaex) y el del Transporte de Mercancías Peligrosas y Ferrocarril (Transcaex), para evitar que la nube radioactiva llegara al centro comercial El Faro.

OBJETIVOS /Nieves Villar, directora general de Emergencias y Protección Civil de la Junta, afirmó que «se ha propuesto un escenario muy complicado para poder actuar y estar debidamente preparados ante cuando tipo de accidente y emergencia».

Begoña García, a quien acompañaron el alcalde de Badajoz, Francisco Javier Fragoso, y la delegada del Gobierno, Yolanda García Seco, manifestó que «el objetivo del simulacro es testar e implementar los planes Radiocaex y Transcaex, para dar la mejor respuesta a los ciudadanos ante una eventual emergencia». Y que «todas las personas que se juegan la vida para proteger a la ciudadanía necesitan tener los medios y planes de trabajo adecuados»

Por su parte, García Seco señaló que el ejercicio realizado en la zona fronteriza de Caya, en Badajoz, fue «un trabajo de coordinación entre unidades nacionales, locales y regionales, con unidades portuguesas, con el fin de estar preparados y con la maquinaria necesaria bien engrasada, para el caso de que, por desgracia, tuviéramos un accidente de estas características».

CONCLUSIONES / Por otro lado, Todos los grupos participantes, que contaban con observadores, visionarán las imágenes grabadas y estudiarán sus respectivas actuaciones en el simulacro para detectar posibles fallos para aportar sus conclusiones y modificar los protocolos de los planes afectados, conclusiones que se plasmarán en un documento próximamente, explicó Villar.