Miguel Serrano tiene 72 años y 49 los ha pasado trabajando en Madrid, con la ilusión de regresar a su tierra tras jubilarse y vivir tranquilo. Pero sus sueños se han venido abajo. Cuando aún le quedan por pagar 18.000 euros de su casa, se la han expropiado y con lo que le han dado le es imposible comprar nada, porque a su edad "qué banco me va a dar una hipoteca". Tal es su situación que se atreve a decir, con amargura, que ya ha preguntado en la confederación cuándo van a terminar el nuevo puente para irse a vivir debajo. Su única salida es irse a vivir al apartamento de uno de sus hijos.