Las 72 limpiadoras de colegios a las que la empresa Huarbec dejó de pagar sus nóminas en febrero ven con impotencia cómo se quedan sin sus puestos de trabajo. La jornada de ayer era decisiva para ellas, ya que esperaban que de la reunión entre los sindicatos y la concejala del área saliera una solución a la situación en que se encuentran desde que Eulen, --la empresa que se iba a hacer cargo del servicio desde el día 1 y también de estas trabajadoras--, se retiró ante la deuda millonaria contraída por la anterior adjudicataria, Huarbec.

Sin embargo, de la reunión no salieron propuestas concretas para salvar estos empleos, por lo que la tensión y el desánimo se incrementó en el colectivo, de tal forma que una de las limpiadoras, Dolores González, que se encontraba esperando con un grupo de compañeras a las puertas del ayuntamiento a que acabara la reunión, sufrió un ataque de ansiedad y tuvo que se atendida por el 112.

La concejala de Mantenimiento de Colegios, María José Solana, que se interesó por el estado de la trabajadora, definió la situación como de "muy delicada" y de "mucha incertidumbre".

Reconoció haber hablado con Huarbec en tres ocasiones por teléfono, la última el martes a las cuatro de la tarde, "y me ha dicho que al día siguiente pagaba, es casi lo mismo que le ha dicho a los trabajadores".

Aunque podría producirse el milagro de que Huarbec saldara sus deudas con las limpiadoras (unos 2.000 euros a cada una por dos meses más la paga de beneficios) y con la Seguridad Social, para que Eulen se haga cargo de la plantilla, la realidad es que Huarbec presentó un concurso de acreedores el 30 de marzo.

Si la empresa finalmente no paga, el ayuntamiento contratará a personal de la bolsa de trabajo para limpiar los colegios, pero Solana lamentó que no podrá contar con estas trabajadoras, muchas de las cuales tienen 15 años de antigüedad en el puesto, "porque el acceso a la función pública está reglado y la bolsa ya está definida".

Por su parte, los representantes de CCOO y UGT, se quejaron de la "falta de una respuesta concreta" por parte de la concejala, por lo que pidieron al ayuntamiento que actúe para salvar estos 72 puestos de trabajo que están en peligro.

Tanto la responsable de Actividades Diversas de CCOO, Masi Prieto, como el secretario general de la Federación de Servicios de UGT, Jacinto Romero, aseguraron no estar en contra de la bolsa de trabajo, aunque no les parece una solución adecuada para este caso concreto, ya que sería "vestir a un santo para desvestir a otro" y se perdería un empleo estable y la antigüedad.

Los sindicatos creen que el ayuntamiento no puede eludir su responsabilidad en este problema, ya que "tiene la obligación de comprobar que una empresa a la que paga está al corriente con la Seguridad Social y sus trabajadores", según Romero.

Por ello, exigen al equipo de gobierno municipal que exija responsabilidades a Huarbec, "que no se puede ir de rositas", y ponga a los servicios jurídicos municipales a trabajar para pedir responsabilidades y para buscar soluciones.

Además, reclaman que las tres últimas certificaciones que el ayuntamiento tiene retenidas pendientes de pago se usen para abonar los salarios pendientes y han convocado una concentración con los trabajadores en las puertas del ayuntamiento el próximo día 15 a las once de la mañana.