El Ayuntamiento de Badajoz va a pedir a Sevillana Endesa que la nueva subestación eléctrica prevista en Las Vaguadas se esconda dentro de una edificación compactada, como se hace en otras grandes ciudades. Así lo decidió ayer la Comisión Municipal de Urbanismo, por cuyo orden del día pasó la calificación urbanística de este proyecto, según explicó el concejal del área, Celestino Rodolfo, quien reconoció que esta opción supondrá necesariamente un incremento del coste.

El concejal señaló que este tipo de instalaciones, por el riesgo de atentados que afectarían al servicio, conllevan un cerramiento, pero lo que se va a solicitar a la compañía eléctrica es que estudie que no solo se haga un muro perimetral sino que toda la subestación se recubra con una construcción. El titular de Urbanismo apuntó que aunque ahora está fuera del casco urbano, dentro de unos años puede que esté integrada en la ciudad y se pretende evitar el impacto que, por ejemplo, tiene la subestación de Santa Marina, situada junto al puente Real. Según el proyecto de Sevillana, una gran parte de la instalación quedaría cerrada pero no completamente, pues para garantizar la seguridad de la subestación ha previsto un cierre perimetral de hormigón hasta unos 2,5 metros de altura y un vallado superior.

Al mismo tiempo se va a pedir a Protección Ambiental el informe sobre el posible impacto del proyecto de Sevillana porque, según Rodolfo, se pretende que no quede como "un búnker". Urbanismo también acordó solicitar un informe a la Dirección General de Estructuras Agrarias de la Junta porque la parcela donde está ubicada la subestación limita con la cañada real de Sancha Brava, en previsión de que el cerramiento invadiera este terreno.

La Comisión de Urbanismo también aprobó dos proyectos de plantas fotovoltaicas: una en Alvarado con tres instalaciones de 100 kilovatios cada una y otro parque fotovoltaico de 2,5 kilovatios en la finca Río Zapatón.