En relación a la denuncia de los padres de un escolar de Primaria del colegio San José de Calasanz, de Badajoz, de que su hijo sufría una situación de exclusión a raíz de hirió a otro niño en clase, con unas tijeras, necesitando varios puntos de sutura, un hecho que aparentemente fue considerado como un accidente pero que luego derivó en quejas de otros padres y madres, la Consejería de Educación y Empleo, afirma que se ha pedido a los profesores que, "tras este suceso, tener especial vigilancia con ambos niños para que no haya conflictos similares", según una nota remitida a este diario.

En ningún momento, señala la consejería, "se va a discriminar al presunto agresor, por ello, insistimos, se ha pedido a la comunidad educativa que medie para la normalidad de las relaciones en el aula".