LA INTENSA lluvia caída en la ciudad y el mal estado del terreno donde se asienta el mercadillo de los martes redujo ayer casi a la mitad el número de puestos, ya que los vendedores no pudieron instalarse debido al barro y los charcos. Muchos de los que ho hicieron se retiraron sobre las doce de la mañana.

El presidente de la Asociación del Comercio Ambulante de Extremadura, Juan Antonio Mejías, lamentó que desde diciembre los vendedores "no levantamos cabeza", por lo que esperan que "alguien pague por los daños y perjuicios del domingo por el problema de las infraestructuras en Suerte de Saavedra".