Cada año por estas fechas vuelvo con este tema. Parece que no terminamos de sensibilizarnos de que en Badajoz, como en muchas otras ciudades del sur, durante casi un tercio del año las temperaturas son muy altas y a ciertas horas inaguantables, impidiendo disfrutar de la calle. Y esto es un despilfarro de recursos que tiene un coste económico para el comercio y el turismo de la ciudad y para muchos ciudadanos. Es una obviedad, que seguro que muchos lo dan por irremediable. Pero no lo es. Soluciones hay. La más natural, aunque también lenta, son los árboles. Necesitamos que esta sea la legislatura de los árboles. Árboles que den sombra en verano y que permitan corredores sombríos y parques tupidos de ramas verdes donde se pueda estar con temperaturas agradables. No es ninguna ocurrencia, seguro que dan problemas en el acerado y los pájaros molestan con sus excrementos, ruido y enfermedades, pero no nos estamos inventando nada. Da pena ver el Paseo de San Francisco en verano solitario y con un sol de justicia. O avenidas solitarias con preciosas palmeras.

Desde mediados del siglo XIX existen toldos en la calle de San Juan, como los hay en Sevilla, en Córdoba, en Málaga o en Madrid. A estas alturas resulta inconcebible que toda la calle Menacho no esté cubierta por toldos desde el principio hasta el fin. Seguro que hay problemas, pero seguro que se pueden resolver como en tantas ciudades. Estos toldos deberían estar el próximo año, si de verdad queremos apoyar al comercio urbano y que la gente esté en las calles. También sería importante hacer una reforma en el Puente de la Universidad que cubriese las aceras, para protegerse del sol y de la lluvia. Cada vez se ven en más ciudades, y aportaría mucho valor a la movilidad interior. Y para rematar unas ordenanzas que normalizase los toldos de las fachadas y terrazas y los convirtiese en elementos de identidad de la ciudad y especialmente del Casco Antiguo.

Mucho se podría hablar de este tema tan importante para la ciudad, y es de esos asuntos que llevan demasiado tiempo esperando, que no debe esperar más. Que nadie piense que creo que se me ha ocurrido nada novedoso, pero no por obvio es menos importante, y por eso insisto en ello. Necesitamos más sombra, por favor.