Sor Celina Sosa Monsalve será la primera mujer en formar parte de la colección Personajes singulares, editada por la Fundación CB, dedicada a personas que han dejado su impronta en la historia de la región. El libro, el octavo de la serie, se titula Sor Celina. Una mujer al servicio de la sociedad, ha sido elaborado por Miguel Ángel Vallecillo, doctor en Historia del Arte junto a la historiadora Paola Cortés, con la colaboración en el prólogo de Mateo Blanco, y será presentado esta tarde a las 19.30 horas, en el Monasterio de Santa Ana de Badajoz.

Hace aproximadamente un año Fundación CB pidió a Vallecillo participar en la serie con una biografía dedicada a una mujer. Junto a Paola Cortés, que trabaja como becaria catalogando el archivo del Real Monasterio de Santa Ana conoció a sor Celina «y me pareció tan sumamente interesante su vida que la propuse». Se pusieron manos a la obra. El título, según Vallecillo, responde fielmente al personaje que retrata, aun siendo una monja de clausura. Sor Celina, a sus 92 años trabaja ahora en su cuarto libro sobre la historia del monasterio, que ansía terminar. Lo hará, porque si hay algo que la caracteriza es «su gran fortaleza».

Vallecido apunta que el libro incorpora en sus páginas «todo lo que ha aportado sor Celina». Los dos primeros capítulos relatan su vida. Nació en Badajoz en 1928 e ingresó en el monasterio en 1951. En su decisión jugó un papel muy importante don Rafael Sánchez, capellán del Hospital Provincial. Tomó los hábitos en 1955. Ha sido madre abadesa durante 27 años. Los siguientes capítulos (hasta seis) desgranan su singularidad: su vinculación con el arte que la ha llevado a preservar un inventario muy importante de pinturas, esculturas y orfebrería «de las que ha sido una de las grandes guardianas, para que se respetasen» y no se trasladasen. El autor cuenta que «incluso se subió en el año 91 a restaurar el retablo y ya tenía edad». Para Vallecillo, «es una persona singular entre otros motivos porque a través de su clausura ha llevado a cabo una vida cultural muy importante». Ha sabido atraer a gente joven al convento y ha sido una parte fundamental en los actos de celebración del quinto centenario en el 2018. Fruto de ello, en uno de los capitulos aparecen agradecimientos, no solo de las hermanas, sino de personas que han trabajado con ella, como el hermano guardián del monasterio de Guadalupe, fray Guillermo Cerrato, el escritor Manuel Pecellín Lancharro, Carmen Araya, Fernando Rubio y la propia Paola Cortés. Todos estos testimonios retratan la singularidad de sor Celina.