Evitar el sacrificio de animales en la perrera municipal (para sacarlos hay que pagar una tasa de 50 euros), facilitar el tratamiento veterinario que requieren los heridos y enfermos, adiestrar a los peligrosos en una residencia en Jaén y cuidarlos supone un gasto anual a la protectora SOS Perrera que ronda los 30.000 euros, una cantidad que no es fácil de conseguir solo con lo que aportan los socios y los donativos que reciben.

Con el apoyo de la Asociación de Comerciantes de San Roque, ayer se celebró con gran éxito de público un festival benéfico en el auditorio Ricardo Carapeto, en el que participó la Unidad Canina de la Policía Local de Badajoz con una exhibición y actuaron varios grupos de baile. Más de 250 personas acudieron a apoyar la buena labor que realiza SOS Perrera, que cada año salva del sacrificio a unos 500 perros, que son los que llegan a la perrera municipal, bien porque los dejan allí sus dueños o porque son recogidos cuando andan sueltos por las calles, según explicaba ayer Patricia Gordón, miembro de la protectora.

SOS Perrera continúa intentando que mejoren las condiciones de la perrera municipal y está en conversaciones con el ayuntamiento, pero aún no se han acordado soluciones.