No fueron muy numerosos, pero sí lograron que sus reivindicaciones se escucharan a golpe de tambores y megáfono. Convocados por la plataforma Pobreza Cero de Badajoz, un centenar de personas se manifestaron ayer por las calles del centro de la ciudad para reclamar a la opinión pública y a los responsables políticos "solidaridad y justicia" con los más desfavorecidos.

La marcha partió del paseo de San Francisco y la policía local se encargo de cortar el tráfico al paso de los manifestantes, que recorrieron la avenida de Huelva, Enrique Segura Otaño, la avenida de Europa, la calle Zurbarán y San Juan hasta llegar a la plaza Alta. Durante todo el camino los tambores de las comparsas Yuyubas, Infectos Acelerados y la Kochera no pararon de sonar, mientras que grupos de animación, miembros de coros y danzas y malabares daban color a el pasacalles reivindicativo y llamaban la atención de los transeúntes.

"No podemos consentir la terrible infamia de que una persona muera por la falta de una vacuna hidratante que cuesta 50 céntimos", denunció Rafael Barragán, portavoz de la Plataforma Pobreza Cero, quien criticó que esto suceda en el mundo "cuando para reflotar la banca se han gastado nueve billones de euros". Con el 1% de esa cantidad, se acabaría con el hambre, el analfabetismo en el Tercer Mundo.

Los miembros de la plataforma llamaron a la responsabilidad de los políticos y, por cercanía, al primero al Ayuntamiento de Badajoz. Barragán recordó que solo destina 16.000 euros anuales a cooperación al desarrollo, cuando "le correspondería aportar 300.000 euros", aseguró. "No es por falta de recursos, sino de falta de voluntad política", añadió.

El lema de la manifestación, plasmado en una pancarta que durante toda la marcha portaron varias personas, fue Una promesa no alimentada. Manifiéstate y exige que se cumpla . Pero a este se sumaron otros eslóganes exigiendo los 8 objetivos del milenio asumidos por la Organización de Naciones Unidas, la igualdad y la justicia social.

Aunque la jornada era lúdico-reivindicativa, el mensaje fue contundente: en estos momentos 3.000 millones de personas en el mundo sobreviven en situación de pobreza, de las que alrededor de 1.040 millones padecen hambre crónica. "Rebélate contra la pobreza".