«Soy candidato nada más que a la alcaldía de Villanueva, por lealtad»

--El Valle de los Caídos no puede ser referencia para el fascismo en este país y 40 años después hay que acabar con ese símbolo. Tiene que ser símbolo de la reconciliación y para ello el dictador no puede estar enterrado en ese espacio, por eso el Gobierno ha decidido sacar sus restos y creo que es absolutamente loable. Quien se escandaliza 40 años después de que Franco salga de ahí es que aún mantiene un sentimiento venerable o plausible con la dictadura. Todavía vemos en el PP las dos almas, o tres, o cuatro, cuando una parte sigue criticando todo lo relacionado con la memoria histórica. Esto es impensable en cualquier país de Europa. En Alemania no hay ningún mausoleo ni edificio público dedicado a Hitler, sería inasumible para la sociedad alemana. ¿Por qué tiene que ser asumible para la española? Creo que hay muchas voces silenciadas, las de las víctimas, y con la intención del Gobierno de sacar a Franco del Valle de los Caídos no hay revanchismo, simplemente se pretende la reconciliación.

Que haya una asociación que alaba lo que hizo un dictador es para hacerse mirar muchas cosas todavía en el país. En España, una democracia consolidada, no se pueden dar estos hechos. Me parecen bien todas las medidas encaminadas a rescatar los restos de muchísimos represaliados que existen todavía en las cunetas.

Cuando sucede un hecho trágico la familia del desaparecido no descansa hasta encontrar los retos de esa persona; a partir de ahí empieza el duelo. Y hay personas que han fallecido sin siquiera iniciar el duelo. Ese sentimiento, ese dolor, lo heredan las familias y necesitan iniciar ese duelo, que se inicia cuando pueden dar sepultura a los restos de sus familiares. Si en este país hay quien piensa que el Gobierno es revanchista porque quiera rescatar los restos de una parte de españoles tan dignos como los que cayeron en el bando nacional, me parece terrible. Tan víctimas son los republicanos como aquellos que lucharon en el bando franquista, y una cosa son las víctimas y otra los represores.

--¿Se cumplirá el compromiso de que cuando termine la legislatura la provincia de Badajoz estará libre de esos vestigios? ¿O quedará algo pendiente?

--Pueden quedar pendiente Villafranco o Guadiana. Cuando el alcalde de Guadiana dice que tiene seis sentencias favorables, dice una verdad a medias que es la mayor de las mentiras, pues ninguna ha entrada en el fondo del asunto, solo en cuestiones de forma. El alcalde de Guadiana lo va a tener muy difícil porque ya no solo la Diputación de Badajoz ha apostado por la normalización de la memoria democrática, sino que también la Junta va a promulgar una ley, y con algo que tiene rango de ley va a tener muchas dificultades para no cambiar el nombre. Él podrá no cambiar el nombre, pero sí dejará de percibir las subvenciones de la diputación, como consecuencia del plan estratégico que se votó por mayoría absoluta, pero tendrá la obligación de cambiar el nombre por la Ley de la Junta y cuando el Gobierno de Pedro Sánchez haga una modificación de la Ley de la Memoria Histórica. En cualquier caso, creo que hemos sido ejemplo y nada tiene que ver con que estemos en contra de nadie, sino a favor de la democracia.

--Qué le parece la salida de Antonio Pozo del grupo popular de la diputación? ¿Cree que debe dejar el acta de diputado?

--Indudablemente, debe dejar el acta. Los que nos presentamos a unas elecciones lo hacemos bajo el paraguas de unas siglas y el lo hizo bajo las del PP. A nivel local podría tener la excusa de que él puso la cara para ganar las elecciones, para que se la partieran o le aplaudieran, podría tener la excusa aunque no lo comparto; pero en la diputación no tiene excusa ninguna, porque el partido decide quién va a ser el diputado de cada partido judicial y luego son los concejales quienes lo votan. Por tanto, él no ha sido elegido por los ciudadanos, sino por los concejales de su partido y es una verdadera deslealtad con su partido, y con la democracia, en la que precisamente él no cree, por tanto no me sorprende que ni él, ni Morales dejen sus actas, porque no creen en la democracia.

--¿Será candidato del PSOE a presidir la diputación en la siguiente legislatura?

--Yo no soy candidato de nada, eso depende del partido. No seré yo quien me autoproclame nada. Yo soy el candidato a la alcaldía de Villanueva de la Serena, aspiro a seguir siendo el alcalde de todos los ciudadanos de Villanueva para seguir contribuyendo al desarrollo de mi ciudad y estaré siempre a disposición de mi partido para estar aquí, o en cualquier sitio, o para no estar en ninguno. Yo creo que esa es la lealtad que cualquier dirigente político tiene que tener a las siglas que un día decidieron apostar por ti y que tú se lo tienes que devolver con lealtad absoluta.

--¿Balance personal de estos tres años?

--Creo que han sido tremendamente productivos. Ha sido un tiempo en el que la coordinación de las dos diputaciones con la Junta de Extremadura nos ha permitido poner en valor proyectos comunes, que han avanzado especialmente en derechos ciudadanos, como todo lo que tiene que ver con las políticas sociales, con el empleo, que compartidos a través del Plan de Empleo Social ha permitido que la gente sea un poquito más feliz y ese es el objetivo de la política.