La materia de Nebbia es el sueño. Como el circo. ¿Qué explicación tendría encontrarse con un hombre caminando por un alambre a varios metros del suelo o con una mujer que pende de un trapecio y ejecuta giros en el vacío?

Cuando los viejos circos van desapareciendo, otros nuevos los sustituyen. Renuncian a los animales y acceden a los teatros, en el centro de las ciudades en lugar de descampados de las afueras. Cirque Eloize es uno de ellos. Y Nebbia el final de la Trilogía del cielo , que ha creado junto a la compañía Teatro de Sunil, del director suizo Daniele Finzi.

Los espectadores del teatro López de Ayala podrán unirse a ese sueño del nuevo circo mañana sábado y el domingo en las dos funciones que ofrecerán en Badajoz (21.00).

RECORRIDO POR 30 PAISES Emoción y poesía sostienen la propuesta de ambas compañías. Cirque Eloize fue fundada en Canadá en 1993. Desde entonces ha creado seis espectáculos que han recorrido 30 países.

El grupo, como otros cultivadores del nuevo circo, recurre a las técnicas circenses, pero también a la danza, a la música y al teatro.

De esta manera, sus montajes están construidos como historias con un argumento que permite desarrollar las habilidades de sus componentes.

Nómadas abrió la denominada Trilogía del cielo en el 2002 y proponía un viaje sobre la condición errante del hombre.

En la segunda parte, Rain viajaba al mundo de los sueños de la infancia, y en Nebbia (niebla en italiano) sigue indagando el mundo de los sueños que altera la realidad conservando algo de esa etapa infantil de su director, Daniele Finzi.

ENFERMOS TERMINALES Finzi eligió el nombre de Sunil para su grupo de un joven que se llamaba así y que conoció en Calcuta en 1983. El director suizo trabaja entonces en la ciudad india en un proyecto de atención a enfermos terminales.

A su regreso a Lugano decidió fundar la compañía con antiguos compañeros de la infancia.

La introducción de la danza y el mundo del clown en sus montajes (más de 30 desde su fundación, vistos en unos 25 países) marcó la línea de trabajo de Finzi y gracias a ello fue contratado para crear espectáculos de gran formato para compañías como el Circo del Sol, que revolucionaron el concepto del circo contemporáneo.

Ya entonces había empezado a colaborar con Circo Eloize en sus montajes, del que Nebbia es su última aportación.

"Habrá historias de mi pequeño barrio natal. También el tiempo suspendido, divertido, trágico, surreal", señala Finzi en las notas escritas con motivo del estreno de este montaje, en el que participan artistas de siete nacionalidades.

Payasos, malabaristas, bailarines, trapecistas, músicos, toda una troupe circense colabora para recrear el sueño de Nebbia , la niebla que inunda una aldea pequeña y que hace que sus personajes se pierdan y se encuentre, como sacados de las películas de Fellini.