La obra del centro social que Cáritas construirá en la barriada de Suerte de Saavedra con los fondos donados tras la riada de 1997 podría empezar, por fin, este mismo verano, ya que Cáritas dispone de la licencia, "y deseamos empezar lo antes posible, hemos hablado con el constructor y estamos solo pendientes del enganche de agua y luz", según confirmó ayer la secretaria general de esta entidad, Ana Correa.

Sin embargo, la demora ha hecho que el centro que se concibió en un primer momento no se pueda construir, ya que desde que se reunieron las donaciones (300.000 euros), hace ahora diez años, y se hizo el proyecto, se ha encarecido la mano de obra y los materiales. El centro que se construirá no solo tendrá algunos metros menos, sino que no contará con el área dedicada al bar-cafetería. En su lugar se hará un aparcamiento descubierto.

Por ello, la asociación de vecinos de Suerte de Saavedra ha empezado a buscar otras fuentes de financiación para completar el centro social y construir el anexo de la cafetería. Según el presidente de esta asociación, Miguel Angel Bernabé, se están iniciando los trámites para solicitar el dinero a las obras sociales de las entidades bancarias.

En su opinión, el retraso de esta actuación se debe a "un cúmulo de despropósitos, que comenzó con la cesión del terreno, y que obligó años después a modificar el proyecto inicial y a retrasar las licencias".

Desde Cáritas y desde la asociación vecinal se ha planteado al ayuntamiento la posibilidad de que exima del pago de los impuestos y tasas a esta obra, "y con ese dinero poder acabar la parte que falta del centro social".

El futuro centro tendrá 408 metros cuadrados en una sola planta y el plazo de ejecución de la obra es de 18 meses.