El juicio contra C. G. R., de 35 años, acusado de abusos sexuales sobre una menor discapacitada, que se inició ayer en la Sección Penal de la Audiencia de Badajoz, fue suspendido por no comparecer de los padres de la víctima con ésta, pues llegaron tarde a la vista oral. Tanto el fiscal como la defensa solicitaron la suspensión, al considerar el testimonio de la madre y la menor imprescindibles como prueba incriminatoria.

El acusado, nada más comenzar el juicio, que duraría unos minutos, protestó al ver entrar a los informadores, poniéndose de pie y diciendo "yo me voy de aquí", por lo que lo retuvieron los policías encargados de su custodia. El presidente del tribunal ordenó que no se tomaran imágenes y tras intervenir el fiscal Antonio Luengo y la letrada de la defensa, María Teresa Cabezas de Herrera, el magistrado suspendió la vista y la fechó para los días 28 y 29 de junio.

Las partes intentaron llegar a un acuerdo que no fue posible. Cabezas de Herrera señaló que su representado tiene una discapacidad mental del 60%, inferior a la de la menor, que los peritos establecen en el 75%, pero los forenses consideraron que el acusado distingue el bien del mal y por tanto es imputable.

El fiscal solicita en su informe inicial 8 años de prisión para el acusado, como autor de abusos sexuales sobre la niña, prevaliéndose de su discapacidad, que solo interrumpió al ser descubiertos por la madre de la menor, avisada por las amigas de su hija. La defensa, por su parte, niega en principio los hechos, si bien verá si modifica su informe, según evolucione el juicio.