Antonio Navarro Saavedra, su mujer y sus cinco hijos estaban tomando el fresco en la calle cuando oyeron como crujía la madera de las vigas de la cubierta de su casa y acto seguido parte del techo se vino abajo. Ocurrió pasada la medianoche en la calle Luis de Morales, en el Casco Antiguo. Al lugar acudieron los bomberos, la policía local y el responsable de Control y Disciplina Urbanística del ayuntamiento, que determinó que la familia no podía regresar a la vivienda por el riesgo de derrumbe. Anoche durmieron en un hotel.

Ayer por la mañana Antonio Navarro y sus hijos sacaron todas sus pertenencias del inmueble de dos plantas --ellos solo ocupaban la primera por el mal estado de la segunda--. Habrá que apuntalar la vivienda, en torno a la que se han colocado vallas para evitar el paso de peatones y vehículos.

Según el cabeza de familia, no tienen a donde ir ni tampoco lugar donde dejar sus muebles. Ayer pidieron ayuda a Cáritas y al Instituto Municipal de Servicios Sociales (IMSS). "Yo sabía que estaba mal, pero no tengo dinero para arreglarla, soy limpiabotas y vendo lotería. Necesitamos que nos ayuden".

La concejala del IMSS, Rosario Gómez de la Peña, explicó ayer que la situación de esta familia es "complicada", puesto que es adjudicataria de una vivienda social en Suerte de Saavedra, que no han ocupado nunca porque por las leyes del pueblo gitano se le ha prohibido residir en este barrio. Añadió que los equipos de familia le pidieron que entregara las llaves del piso social para que la Junta pudiera proceder a un cambio de vivienda, pero no lo han hecho y mientras figuren como adjudicatario de una, no se les puede conceder otra.