El edificio que albergará la sede social de Caja Badajoz y que está llamado a convertirse en el corazón financiero de Extremadura es ya el más alto de la ciudad, al haberse construido la planta 15 --tendrá 16 sobre el nivel del suelo y un sótano de 3,6 de profundidad--, desde la que se puede ver que el punto más elevado del puente Real queda por debajo.

El rascacielos que ha proporcionado ya un nuevo perfil urbano de Badajoz como edificio emblemático de la modernidad que persigue la capital pacense tendrá 81.20 metros y los trabajadores alcanzarán la cúspide en seis semanas. En la actualidad el proyecto se ha desarrollado en un 35%, según fuentes de la propia entidad.

Los trabajadores levantan también los núcleos de comunicaciones que albergarán los ascensores, escaleras y zonas de servicios, además de construir un montacargas exterior. Además, en esta semana se ha comenzado a instalar el revestimiento en la fachada y a realizar las instalaciones eléctricas, mecánicas, de climatización y protección contra incendios. La fachada es un muro de cortina de vidrio soportado por una retícula de perfiles que formarán la piel de la torre, con una segunda piel de lamas que mejorarán la eficiencia energética y reducirán la insolación.

La empresa constructora ha recuperado en buena medida el retraso acumulado por causa de la climatología, especialmente por las lluvias y fuertes vientos que impiden el normal funcionamiento de las grúas, pues apenas se han producido otras incidencias ni modificaciones significativas del proyecto de ejecución aprobado.

En la actualidad trabajan en la obra unas 65 personas, la media desde el inicio del proyecto, pero se espera que el mes próximo se inicie una mayor actividad y concentre a más de un centenar de operarios, cuando trabajen varios equipos a la vez, entre ellos los de fachadas y prefabricados de hormigón, con piezas de unos 3.000 kilos que recubren el frontal de la estructura metálica, y llegando incluso a las 150 en algunos momentos.

También se trabaja ya en la urbanización de la parcela, la prolongación del paseo fluvial y el vial de acceso al puente Real, y seguidamente se hará el vial de separación de la nueva biblioteca del Estado que se construye delante, un edificio horizontal que contrasta con la verticalidad de la torre, labores éstas que se unirán a las de la CHG en la orillas del Guadiana.

El edificio tendrá dos accesos peatonales, desde la planta baja y por la parte del río a la primera planta, con un vestíbulo de 10 metros altura. Las dos primera plantas que constituyen el basamento que recrea una dehesa en su terraza irá un auditorio de 500 plazas, una oficina bancaria, guardería, enfermería, gimnasio, restaurante, cafetería, un centro de formación de la Caja, un business center, tres viviendas y una sala de exposiciones.

El resto de plantas conforman la torre: la 2 para instalaciones; de 3 a 5 para el centro de proceso de datos; de la 6 a la 10, para otras empresas; de la 11 a la 14 para oficinas de Caja Badajoz; la 15 para presidencia y la 16 será una planta técnica. Cada planta tiene 800 metros cuadros construidos.