El teléfono móvil no solo se ha instalado en la rutina diaria sino que la tendencia de sus usuarios, que se cuentan por millones, es cambiar continuamente de aparato, bien porque no funciona el anterior o porque en materia de telefonía móvil también hay modas o nuevos servicios que se van incorporando y que hacen que el aparato comprado ayer esté obsoleto mañana. Normalmente la vida media de un móvil es de un año y medio o dos años.

La pregunta que se impone llegado el momento del cambio es qué hacer con el aparato en desuso. Muchos moviladictos optan por guardarlo en un cajón y olvidarse de él y otros lo tiran directamente a la basura y de ahí al vertedero.

Para intentar corregir esta forma de actuar incorrecta ayer se detuvo en Badajoz el Tragamóvil , un autobús que se ha transformado en aula medioambiental nómada que está recorriendo el país para informar y concienciar a la sociedad de los residuos que generan los teléfonos móviles y la importancia de reciclar en los puntos limpios, que también existen en Badajoz, en varias tiendas de telefonía.

La coordinadora del Tragamóvil es Aurora Barrero. Ayer explicaba que la idea partió de los propios fabricantes de telefonía móvil y las operadoras y está gestionado por la Asociación Multisectorial de Empresas de Electrónica y Comunicaciones. La iniciativa, sin ánimo de lucro, comenzó en el 2003 y ha logrado que se reciclen más de 600 toneladas. En España hay 45 millones de móviles (más de uno por españolito) y al año se desechan unos 20 millones de aparatos. ¿Dónde van? El usuario debe saber que el 90% de un móvil se puede reciclar. Existen plantas especializadas en Sevilla y Madrid. Allí se separan sus piezas por componentes. Los residuos tóxicos de las baterías tienen un tratamiento como tales y el resto se somete a moliendas y trituraciones para obtener materias primas secundarias, como hierro, cobre, plástico, vidrio e incluso oro y plata en muy pequeña cantidad. La reutilización de estas materias supone un ahorro energético y menor saturación de los vertederos.

El Tragamóvil informativo, no es un receptor de aparatos en desuso, pero algunos aprovecharon la ocasión. Es el caso de un taxista que ayer, al pasar por la avenida del Guadiana, se acordó de que tenía cuatro móviles en la guantera que ya no utiliza, se detuvo y los dejó en el contenedor instalado para este fin.