Un joven de 17 años, identificado como I. M. C., que conducía una motocicleta, perdió la vida la noche del lunes cuando, tras saltarse una señal de ceda el paso en la calle Víctor Jara, en la barriada de Suerte de Saavedra, fue arrollado por un coche que circulaba por la avenida Antonio Hernández Gil. Esta tragedia suma la tercera víctima mortal en sólo seis meses, como consecuencia de accidentes de tráfico ocurridos en la barriada.

Fuentes de la policía local consideran que este dato es circunstancial y mera coincidencia, pues esta zona no soporta demasiado tráfico. Sin embargo la asociación de vecinos ha vuelto a dar la voz de alarma y a reclamar mayor vigilancia policial y medidas para evitar el exceso de velocidad en las principales vías del barrio.

El último accidente ocurrió el lunes sobre las 21.45 horas, cuando tres ciclomotores conducidos por jóvenes salieron de la calle Víctor Jara sin hacer caso del ceda al paso. En ese momento circulaba por la avenida Antonio Hernández Gil un Rover MG, conducido por un joven de 21 años que trabaja en Portero Escobar, que al llegar al cruce con Víctor Jara vio a los motociclistas, dio un volantazo y logró esquivar a los dos primeros, pero arrolló al tercero, con consecuencias mortales. El conductor del coche salió inmediatamente del vehículo para intentar socorrer a la víctima. El joven estaba malherido y aunque una ambulancia del 112 lo trasladó hasta el Hospital Infanta Cristina, su fallecimiento fue certificado al poco tiempo.

CON CARNET El conductor del vehículo dio negativo en el control de alcoholemia, y según la información de la policía local, tiene carnet y todos los permisos en regla. En el lugar de los hechos, según testigos, algún familiar de la víctima, tras conocer lo ocurrido, quiso ensañarse con el conductor del coche, pero los agentes lo impidieron. Las mismas fuentes policiales comentaron que afortunadamente el conductor reaccionó, pues de lo contrario, se habría llevado por delante a los tres motoristas.

En principio, este joven asegura que circulaba a la velocidad permitida, entre 50 y 60 kilómetros por hora, si bien otros testigos aseguran que la frenada se alargó de 30 a 40 metros. Al parecer, el joven fallecido no llevaba casco.

El presidente del colectivo vecinal, Félix Losa, fue testigo de lo ocurrido y volvió a pedir que se establezcan controles, no a la entrada y salida del barrio, sino en el interior, y se pratrullen las calles, para evitar las carreras de motos y de coches entre jóvenes que, en ocasiones, ni siquiera tienen carnet de conducir.