Casi un tercio de los jóvenes que celebran habitualmente botellón en Badajoz reconocen que suelen acompañar la ingesta de bebidas alcohólicas con porros, no especifican de qué, y sólo unos pocos confirman el consumo de otras drogas.

Esta es una de las conclusiones más llamativas que han puesto de manifiesto los más de 300 cuestionarios que la asociación juvenil Granito de Arena ha realizado entre los jóvenes que acuden al botellón , dentro del proyecto Zona cero , según ha destacado el responsable del proyecto, Carlos Pérez Torralba.

El sondeo se realizó entre noviembre y febrero. La intención de la asociación era realizar 500 pruebas de alcoholemia entre jóvenes, con alcoholímetros que les facilitó la Guardia Civil y asesorarles sobre las repercusiones del consumo de alcohol. Además, se les facilitó información de la Dirección General de Tráfico. Se realizaron 300 pruebas entre el paseo Fluvial y el Nuevo Vivero, principalmente en el primer lugar.

DIEZ PREGUNTAS Al mismo tiempo se realizaron las encuestas con cuestiones sobre los hábitos de ocio entre los jóvenes: qué días de la semana suelen salir de marcha, a qué hora salen y cuándo se recogen, y qué suelen hacer los fines de semana. Otras preguntas eran sobre cómo van al botellón ; cuánto beben; si fuman tabaco y porros o si recogen las botellas. Además se les interrogó sobre si consideran que el lugar del botellón es el idóneo y porqué, si conocían las asociaciones juveniles de Badajoz; si se han cogido alguna borrachera y qué opinan del proyecto.

Entre las conclusiones de esta encuesta destaca que los jóvenes que van al botellón suelen salir los jueves y sábados y también algunos viernes. Lo llamativo es que el jueves sea generalizado. La edad media está entre 18 y 21 años. Salen entre las once y las doce de la noche, y regresan a casa entre las cinco y las seis de la mañana. Sobre las tres de la madrugada se trasladan a los bares. La actividad principal que realizan los fines de semana es ir de botellón . El que bebe, lo máximo que ingiere son cinco copas, aunque suelen servírselas "menos cargadas" que en los bares.

Otra conclusión es que el 95% de los jóvenes no recoge el botellón . De hecho algunos se quejaban de que el sitio es idóneo pero está muy sucio, a pesar de que las botellas pesan menos a la vuelta que a la ida. Además, la gran mayoría no conoce las asociaciones juveniles. Según Torralba, la gente no era reacia a contestar.