Antes parecía una estación de autobuses, ahora ya es un aeropuerto, pequeño, pero un aeropuerto, "con todos los servicios que necesitan los viajeros". Con esta frase describía ayer la delegada del Gobierno en Extremadura, Carmen Pereira, el cambio experimentado en las instalaciones aeroportuarias de Badajoz con las obras a la que está siendo sometido desde el 2008, en las que se han invertido más de 10 millones de euros.

Ayer se inauguró "el núcleo principal" del edificio terminal, con la puesta en funcionamiento de cuatro nuevos mostradores de facturación (que se suman a cinco ya existentes), el patio de carrillos de salidas (donde se clasifican e inspeccionan los equipajes antes de trasladarlos a la bodega de los aviones, con dos máquinas, para asegurar que no se paraliza la actividad si una no funciona) y se ha abierto al público la superficie completa del vestíbulo general, con 750 metros cuadrados, que comunica las zonas de llegada y de embarque.

Culmina así la cuarta y última fase de la reforma del edificio terminal, cuya estructura ha experimentado la transformación más importante acometida en las dos últimas décadas y que permitirá aumentar su capacidad operativa para absorber hasta 700.000 pasajeros año, cuando hasta ahora solo estaba preparado para atender hasta 180.000. Antes tenía 1.800 metros cuadrados y una sola zona de embarque, que pasan a tres y 4.000 metros cuadrados.

Esta cifra de todas formas está muy lejana a la actividad que en la actualidad tiene el aeropuerto pacense y que espera incrementar en un futuro aprovechando las mejoras que se han acometido. El año pasado pasaron por estas instalaciones 65.000 clientes y puede que este año sean menos, según señaló el director, Antonio García. Hasta julio han pasado casi 30.000.

No solo se ha ampliado la capacidad del terminal sino paralelamente también la plataforma de estacionamiento de aviones, que se ha incrementado en 18.000 metros cuadrados y ahora dispone de 35.000, en los que hay espacio para nueve avionetas y seis aeronaves comerciales.

Las obras no han concluido en el aeropuerto de Badajoz pues en estos momentos se están pavimentando la pista de vuelo y las calles de rodadura, con una inversión superior a 4 millones de euros y está prevista la puesta en marcha de una nueva central eléctrica.

"Lo que ahora queremos es que haya cada vez más viajeros y más líneas", manifestó la delegada del Gobierno, que recorrió las instalaciones acompañada de representantes de la Junta, del ayuntamiento pacense y de Aena.