Las calles de la barriada de La Picuriña van a estar levantadas, progresivamente, durante los próximos meses. El motivo es que se va a sustituir toda la red de colectores, pues la actual data de los años sesenta. La obra fue aprobada ayer por la Junta de Gobierno Local por una cuantía de 1.860.793 euros, la acometerá la empresa concesionaria del servicio de agua, Aqualia, y se incluye dentro del Plan Director de Saneamiento, que se sufraga con el canon de infraestructuras que se paga con el recibo del agua.

Los nuevos colectores de PVC sustituirán a los actuales de fibrocemento, en distintos tamaños, se ejecutarán además pozos de registro, nuevas acometidas a las viviendas e imbornales y se repondrá todo el pavimento que se levante.

De este acuerdo informó el primer teniente de alcalde, Francisco Javier Fragoso, quien apuntó que la obra anterior del plan director, la de la depuradora en el Corazón de Jesús, está ya "en una fase muy avanzada". La de la Picuriña podría empezar en un mes.

Ayer también se autorizó un gasto de 4.600 euros para adquirir 15 señales de tráfico indicativas de los tramos controlados por radar.

Fragoso dio cuenta además de una sentencia en contra del ayuntamiento en la que el juez da la razón a un conductor sancionado por aparcar en un carril de circulación de la avenida Fernando Calzadilla, que ya no pagará los 90 euros porque aunque cometió la infracción, ha habido una cuestión "formal" porque se ha tenido en cuenta "un error" del cartero en la notificación de la multa, pues en lugar de poner una equis en la casilla de "ausente" lo puso por escrito en la copia.