La instalación de los toldos del Centro Comercial Abierto del Casco Antiguo en la calle San Juan ha generado división de opiniones entre sus vecinos y comerciantes. Mientras que para muchos de los residentes suponen una molestia, la mayoría de los empresarios parecen dar un voto de confianza a la iniciativa.

Los vecinos consultados por este diario se quejan de que los toldos restan luz a sus viviendas y creen que el diseño no es el más adecuado para el Casco Antiguo. Francisco Navarro se mostró "totalmente en desacuerdo" con su instalación y sugirió que ese dinero debería invertirse en limpiar la calle.

Otros residentes se muestran molestos con el hecho de que no se les haya consultado antes de colocar el entoldado. Es el caso de Carmen Cárdeno, quien considera "un abuso" que no se sondee la opinión de los vecinos afectados. "Nuestra calle tiene pocos metros de ancho y con los toldos, no se ve. Por las mañanas hay que encender la luz", añadió. También ha habido quejas por el hilo musical e incluso algunos vecinos no han permitido que se instale en sus fachadas.

Frente a las críticas vecinales, los comerciantes de San Juan expresaron su respaldo a la iniciativa. La dueña de Tejidos Lola se mostró a favor de la idea y sugirió que debería esperarse a que la actuación estuviese terminada para valorar si causa perjuicio o no. También Mari Carmen Moreno, de Trébol, se mostró partidaria de dar un voto de confianza a la iniciativa. Otros comerciantes también apoyaron la idea --aunque alguno se mostró totalmente en contra--, pero instaron a "no mirar tanto al cielo y más al suelo", en referencia a la suciedad y mal estado del pavimento.

Por su parte, el presidente de la Asociación de Empresarios del Casco Antiguo, Jacinto Mendoza, señaló que si finalmente el entoldado causa molestias a los vecinos, se minimizará su efecto durante el invierno reduciendo las velas a una sola línea. En verano, se volverán a colocar tal y como están ahora.