TVtivimos a golpe de tópico mal que nos pese. El calendario es en sí mismo el tópico más manido de cuantos existen y a él nos debemos todos, masas de este tercer milenio que lleva semanas mostrando su cara más fría como corresponde al tópico. Y toca colocarte la sonrisa del tiempo navideño. Sonríe, chaval, que están las campanas sobre las otras campanas y los pampanitos --¿qué demonios son los pampanitos?-- verdes hoja de limón. Te aguantas si te aburre la cena de empresa, resistes estoicamente los chistes del pariente coñazo, soportas al maleducado sobrino y gastas lo indecible en horteradas. Un tópico es una obligación. No obstante, también hay quien se piensa que los tópicos son mentiras subversivas creadas para desprestigiar algo o a alguien y decide consagrar su vida a destruirlos. Son esos tipos que se empeñan en demostrar cosas contrarias al tópico. Por ejemplo que los catalanes son generosos, Extremadura una región próspera y a la vanguardia del desarrollo y Badajoz una ciudad limpia con alto nivel de vida. Lo repiten con idéntica sonrisa a la de quien cumple a rajatabla el tópico y, a veces, hasta contagian a otros, solo por el afán de demostrar una equivocación en el tópico a batir. Francamente, son ganas de desperdiciar energías. Porque luego sales por ahí con uno de Girona que no se paga nunca una caña y terminas reconociendo que es un catalán cutre y pesetero como la mayoría. O te sale el último informe con datos bien claros que te hacen recapacitar: Extremadura no converge, el peibe anda por los suelos y Badajoz es lo más barato que se despacha en precios. Además, enfrente de tu casa asoman esos jardines escasos de vegetación mas abundantes en basuras y restos de botellón que te incitan a sospechar sobre la limpieza de tu ciudad. O sea, vuelve al tópico lo que es del tópico, como la navidad cada año. Bien mirado, tampoco es malo. Por lo menos las compras te salen baratas. Así que, feliz navidad --conste que lo escribo con la mejor de las sonrisas--.