El conflicto laboral que viven las cinco empresas del Grupo Márquez entró ayer en una segunda fase y en su segunda semana, con la convocatoria de paro para los días del 11 al 15 de enero, sin que hasta el cierre de esta edición se haya producido ningún cambio sustancial. Los trabajadores se concentraron ayer ante las puertas de dos de las empresas, ante la de la planta de áridos Capiexsa, en la carretera de Madrid, que no funcionó por falta de personal, y en la de Aridos Casablanca, en la carretera de Campomayor.

Junto a los trabajadores que reclaman el pago de la mensualidad del mes de diciembre pasado, que se les adeuda, se manifiestó también una veintena más que terminó el contrato por finalización de obras en La Pilara y que no cobraron la liquidación por los problemas económicos que atraviesa el grupo. A primera hora de la tarde, los huelguistas esperaban algún cambio de postura por parte de la empresa, que se no se produjo.

La planta de Capiexsa se mantuvo sin producción, según Antonio Correa, representante del colectivo laboral por parte de UGT, dado que no entró ningún trabajador. Correa señaló que a primera hora de la mañana se produjo un incidente "sin mayores consecuencias", cuando se disponía a entrar "un vehículo en la planta a una velocidad que puso en riesgo a las personas allí concentradas, lo que supuso que un agente de la Guardia Civil entrara para llamar la atención y decirle que no era un modo adecuado de entrar".

También a las puertas de la planta de áridos de la carretera de Campomayor, donde se concentraron "entre 12 y 15 personas", se produjo un "incidente cuando camión que iba a entrar llegó a tocar a un trabajador para que le dejaran pasar, pero tampoco pasó más", explicó Correa. Este diario intentó hablar por teléfono repetidas veces con el gerente del grupo, o algún otro responsable del mismo para conocer su visión sobre la marcha del conflicto y los posibles incidentes, pero no fue posible porque por la mañana estaban "reunidos" y por la tarde "de viaje", según una secretaria.