Delegados de CCOO, CSIF y grupos internos de la ONCE protestaron ante la Delegación del Gobierno para pedir al Ministerio de Sanidad y Política Social que pare el "grave deterioro de la organización que afecta a la dignidad de las personas, a sus derechos y al compromiso social de una entidad de interés público que presta servicio a personas con discapacidad visual", explicó Manuel Martín.

Martín recordó el cierre de la sede de la ONCE en Almendralejo, "entre otras de toda España", y el inicio de desmantelamiento de quioscos de venta de cupones, "el primero el mío; no sé si como represalia", dijo. Lo tiene en la avenida de Alemania, en Cáceres. También denunciaron la implantación de un salario junior un 30% inferior, jubilaciones anticipadas, así como la pérdida de 50 empleos en la región.