La obra del centro social de Suerte de Saavedra no acaba de despegar. Ahora es el plan de prevención y seguridad el que demora el inicio de los trabajos en la parcela cedida por el ayuntamiento en la calle Camilo José Cela.

Aunque la constructora valló el terreno, eliminó los bancos y los árboles que allí se encontraban, e hizo el replanteo, los trabajos se paralizaron, primero porque varios vecinos de la zona se negaron a que se construyera el centro en este espacio, y ahora porque no dispone del plan de seguridad que se exige en cualquier obra.

"Este es un trámite que tardará menos que la licencia de obra, pero que es necesario para continuar, por lo que esperamos que el colegio de arquitectos dé el visto bueno lo antes posible", según José María Vega, presidente de Cáritas, la entidad encargada de la construcción de este centro con los 310.000 euros del fondo de la solidaridad que se recaudó con motivo de la riada de noviembre de 1997.

José María Vega espera, según declaró, que los trámites estén concluidos esta semana y las máquinas entren para iniciar los movimientos de tierra después de las fiestas navideñas.

El centro se hará en una parcela de 500 metros cuadrados y estará rodeado de una zona ajardinada. Contará con un salón de actos y varias salas de reuniones que harán las funciones de aulas y talleres. Sin embargo, no dispondrá de un bar, como inicialmente se contempló y tal y como demandaban los vecinos, porque el presupuesto no era suficiente. La demora de la obra, debido a la tardanza en ceder el terreno, obligó a revisar el proyecto y ajustarlo al valor real del dinero, diez años después.

La asociación de vecinos se encuentra también a la espera de financiación para continuar los proyectos sociales que desarrollaba con niños y jóvenes.