Crees que los economistas son serios por definición y que solo hablan de cosas inescrutables. Ni siquiera imaginas que alguna vez lo suyo tenga que ver con la realidad y, mucho menos que den con alguna ocurrencia digna de mención. De modo que no les haces caso. De pronto vienen estos dos: Víctor Pérez-Díaz y Juan Carlos Rodríguez , al parecer economistas de una cosa que se llama FUNCAS y tiene relación con las cajas de ahorro con un estudio que titulan "La travesía del desierto", como si se dispusieran a narrar algo parecido a Lawrence de Arabia . Te despierta curiosidad el título, así que indagas sobre el contenido. Vale, dicho título no corresponde a argumento narrativo alguno, pero, sorprendentemente, es bastante ingenioso. Aluden con ello al lamentable estado que se observa en el horizonte de la triste economía española. La encuentran seca y sedienta como un enorme desierto cuyos oasis y brotes verdes cuesta imaginar, porque los dromedarios que nos llevan no parecen raudos ni eficaces para la travesía. Y no acaba ahí el acierto de estos señores. Luego entras y resulta que dicen cosas muy normales, igualitas a las que ya te habían pasado por la cabeza: los años que tardaremos en recuperar los niveles de empleo, que son muchos, lo mal que están los gestores del estado gestionando esta coyuntura, el déficit, la caída del PIB-Para rematar, aseguran que sobran muchos miles de funcionarios por todo el país, pero, sobre todo aquí, donde mantenemos el mayor índice de empleados públicos del territorio --lo cual es tan lúcido como cierto--. El presidente explica. Dice que "otros" privatizan a través de conciertos y tienen el mismo o más "empleo financiado con dinero público". Pero, hombre, ¡si aquí, además de funcionarios a montones tenemos empresas igualmente públicas repletas de empleados e idénticamente financiadas con dinero público en todos los sectores! Lo dicho: a lomos de algunos camellos el Sáhara cruza el estrecho y se hace interminable.