Treinta agentes, distribuidos entre diez dotaciones del Cuerpo Nacional de Policía y cinco de la Policía Local de Badajoz, entre los que había uniformados y otros de paisano, participaron la madrugada del jueves al viernes en un dispositivo establecido en las zonas de ocio nocturno para controlar el menudeo de sustancias estupefacientes entre los jóvenes. Aunque las previsiones fallaron y apenas había gente en la calle ni en los lugares del botellón , hubo resultados.

El dispositivo, incluido dentro del Plan Operativo de Respuesta Policial al Tráfico Minorista y Consumo de Drogas en Zonas de Ocio y Diversión, se desarrolló durante cerca de tres horas, a partir de la medianoche. Se hicieron 90 identificaciones y se controlaron 23 vehículos, que dieron como resultado cinco actas de aprehensión, tres de ellas de sustancias estupefacientes (hachís y cocaína para consumo propio; el mayor trozo fue de 4,6 gramos de hachís), pastillas (Tranquimacid) y una navaja.

Asimismo, durante la noche hubo una detención, de una mujer brasileña sin permiso de residencia, y fue retirado un vehículo cuyo conductor carecía de permiso de conducir.

LAS PREFERENCIAS Los principales controles se establecieron en la confluencia de la avenida Santa Marina con el paseo Fluvial y en la plaza de Reyes Católicos. Estaba previsto establecer también otros en las zonas de los bares de copas, pero los agentes desplazados confirmaron que no había gente. Según explicó allí mismo el coordinador de servicio de la Jefatura Superior de Policía, Juan Gómez Calderón, de lo que se trata es de controlar en las zonas donde se dispensan bebidas alcohólicas el menudeo de sustancias estupefacientes.

Con estos operativos se vigila la tenencia de droga, que conlleva una propuesta de sanción cuando es para consumo propio. Gómez apuntó que normalmente los jóvenes que son requeridos no se niegan ni a identificarse ni a que se les registre el coche, porque pueden incurrir en desobediencia a la autoridad. Lo normal, según explicó, es que cuando existen aglomeraciones de varios miles de jóvenes, como ocurre muchos fines de semana en las zonas de botellón , acuden los traficantes.

El plan entró en vigor la semana pasada y las actuaciones serán aleatorias, en distintos lugares, días y horarios.