Una avería en la conducción de agua a la altura del número 120 de la avenida Ricardo Carapeto, en la barriada de San Roque, fue la causa de que se cortase el suministro de luz y de agua desde las cuatro de la madrugada de ayer.

La rotura de una tubería en el interior del citado inmueble hizo que se inundaran el garaje del edificio, los cuartos trasteros y los huecos de ascensores del mismo, donde el agua alcanzó una altura de 25 centímetros, así como un transformador eléctrico cercano, que se vio afectado, según los bomberos.

La rotura se produjo entre las tres y las cuatro de la madrugada, hora esta última en la que se recibió una llamada de los vecinos en el parque de bomberos, así como en la policía local, que acudieron al lugar del suceso y avisaron a los vecinos, unas 20 familias que habitan el inmueble, para que sacaran sus vehículos del garaje.

Cuatro minutos después de las tres, el centro de control de Sevillana Endesa detectó la desconexión de una línea de media tensión y mandó una brigada técnica a recorrer el trazado del tendido hasta que localizó la avería en el lugar de la inundación.

La parada del transformador dejó sin suministro eléctrico a unos 1.500 vecinos de la zona durante varias horas, pero los técnicos pudieron derivar la energía hacia líneas alternativas y restablecer el servicio a casi todos los afectados, excepto a unos 200, que lo recuperaron hacia las diez de la mañana, informaron desde Sevillana.

Los bomberos estuvieron achicando agua hasta las once de la mañana, mientras los vecinos ponían a salvo los enseres guardados en los trasteros y los operarios de Aqualia se encargaban de reparar la avería levantado el acerado en el tramo de la calle donde se produjo la rotura.

Esta operación dejó sin agua a los vecinos de los números pares de la calle Isidro Pacense y a los edificios del 112 al 126 de Ricardo Carapeto, teniendo previsto devolver el suministro hacia las cinco de la tarde, según la empresa concesionaria del servicio.

Los técnicos de mantenimiento de los ascensores los desconectaron y tendrán que permanecer en ese estado al menos hasta mañana, cuando no quede humedad que pueda afectar a la instalación. Los bomberos extrajeron con bombas más de 150.000 litros de agua.