El secretario general de UGT, Miguel Bernal, tiene prevista hoy una reunión con algunos de los 30 militares de Badajoz, en las bases de Bótoa y Talavera, que perderán su empleo el 1 de enero próximo tras 12 años de servicio. Según Bernal, hay, aparte de los 30 extremeños, unos 500 en España, y las perspectivas de despidos crecen de aplicarse las condiciones actuales, y no las vigentes cuando entraron en las Fuerzas Armadas. Esto es, que tengan más de 35 o 38 años, según sea tropa u oficial, o con más de 12 años en el Ejército.

La UGT apuesta por que Defensa les dé un año más de prórroga, aprovechando ese tiempo para reubicarlos en las empresas que trabajan para el Ejército. La propuesta de UGT va en la línea de una enmienda presentada por el PSOE a los Presupuestos Generales del Estado, que fue rechazada en el Congreso y que confía se apruebe en el Senado.

Bernal consideró que el Gobierno no ha cumplido el "compromiso" de recolocar a los afectados ni de facilitarles una carrera profesional. Y añadió que no entiende que estos militares dejen de prestar servicio cuando hacen falta efectivos y "se han rebajado los límites de acceso".