El próximo lunes termina el plazo de presentación de ofertas para el proyecto de derribo de las últimas casas de las dos manzanas de El Campillo donde la Inmobiliaria Municipal de Badajoz (Inmuba) va a construir la promoción pública más grande de este área degradada, conformada por 35 viviendas, diseñadas tras un concurso de ideas. La previsión del ayuntamiento es que las casas aún en pie, situadas en la calle Castillo, justo enfrente de los Jardines de la Galera, las más próximas a la torre de Espantaperros, sean derribadas entre diciembre y enero, según concretó ayer el portavoz del equipo de gobierno, Ignacio Grajera (el plazo de ejecución es de un mes), que también explicó que posteriormente se llegarán a cabo los trabajos de arqueología.

La empresa a la que se adjudiquen los derribos (con seguimiento arqueológico) tendrá que realizar además el vallado de la parcela donde se construirán las nuevas casas. A petición de la Concejalía de Turismo, esta protección perimetral será «tipo mural» en el exterior, dada su proximidad a la zona monumental.

En estos momentos solo una de las últimas viviendas que se van a derribar sigue habitada, pero sus ocupantes ya tiene otra a la que trasladarse, tras llegar a un acuerdo con la inmobiliaria, que no ha tenido que recurrir a la expropiación.

La previsión de Inmuba es que los pliegos de los trabajos de arqueología en extensión se publiquen en las próximas semanas. Paralelamente, se irá tramitando en el ayuntamiento el estudio de detalle y la concesión de la licencia de obras que permita iniciar la construcción de las 35 viviendas, con la previsión de que puedan empezar edificarse antes de que concluya el 2020. Inmuba no sacará a la venta esta promoción hasta que el proyecto esté más avanzado. Para el proyecto inicial, que se diseñó con 50 casas, hubo más de 500 interesados.