Que el proyecto de la nueva sede de la Fundación CB en el Casco Antiguo se adapte a la normativa urbanística y no al contrario, como se hace con cualquier ciudadano. Es lo que defienden Amigos de Badajoz, la Asociación Cívica y SOS Casco Antiguo, que coinciden en apoyar la propuesta de esta entidad de construir un gran edificio entre la plaza Alta y la de Santa María como espacio cultural y social y reconocen sus bondades para la recuperación del entorno, pero cumpliendo lo que establece el Plan Especial del Centro Histórico (PEOPACH) en cuanto a número de alturas y edificabilidad.

Así se manifestaron ayer tras conocer el ultimatum que el patronato de Fundación CB ha lanzado al Ayuntamiento de Badajoz por el retraso de la concesión de la licencia de obras: si no la tiene antes del 30 de junio, renunciará al proyecto. Por contra, la asociación de vecinos entiende la reacción de Fundación CB por el retraso de la licencia y defiende que se cambie la normativa urbanística para atraer inversiones a este entorno.

Como la asociación vecinal, todos los colectivos inmersos en la recuperación del Casco Antiguo se muestran a favor de que el proyecto de Fundación CB salga adelante. Pero no todos opinan que se haga a cualquier precio. Manuel Cienfuegos, de Amigos de Badajoz, interpreta el ultimatum como un «chantaje puro y duro, no al ayuntamiento, sino a los ciudadanos de Badajoz», pues es un proyecto importante, tanto como lo es la recuperación de El Campillo, el hotel previsto en la plaza Alta o cualquier obra en viviendas «que está parada en el ayuntamiento», al que Cienfuegos reclama mayor agilidad, pero no solo con este proyecto, sino con el de cualquier vecino. Apunta que cuando el edificio de Fundación CB se presentó a los colectivos por parte de los arquitectos, ya advirtió de que «no cumplía la ley» y no comparte que haya que modificar el Plan Especial para adaptarlo a la propuesta, en lugar de hacerse al contrario.

Por su parte, José Manuel Bueno, de la Asociación Cívica Ciudad de Badajoz, recalca que les parece «maravilloso, positivo y acertado» que Fundación CB construya su sede social en el Casco Antiguo, pero al mismo tiempo aduce que, «como cualquier ciudadano debe cumplir la normativa y adaptarse, sin privilegios. No debe haber excepciones porque la ley nos hace iguales». A Bueno le gustaría que se encontrase una solución y que sea el proyecto el que se adapte a la normativa.

En la misma línea se posiciona Luis Pacheco, de SOS Casco Antiguo, que no entendería que Fundación CB renunciase al proyecto porque no les dejan construir una tercera planta, pues significaría que da más valor al edificio en si que a sus usos, que son lo más importante para el entorno. De ser así, pensaría «que nos están vendiendo la moto» y «nos sentiríamos defraudados». Este colectivo quiere dejar claro que «aplaude» que la sede social se establezca en el barrio con un proyecto que califica de «fabuloso» tal como se ha presentado, pero también que «la ley es para todos» y que «nos importa más la yema que la cáscara». Pacheco apunta que hay ciudadanos que llevan más de dos años esperando que el ayuntamiento les conceda una licencia.

Frente a lo que opinan estos tres colectivos, está la Asociación de Vecinos del Casco Antiguo, cuyo presidente, Javier Fuentes, manifiesta, tras el posicionamiento expresado por Fundación CB, que «es lógico el ultimatum y lo que nos extraña es que no haya tomado la decisión de marcharse ya». Porque, en su opinión, «es intolerable que la gente que quiera invertir en el Casco Antiguo tenga que esperar procedimientos eternos para conseguir una licencia». Según Fuentes, el ayuntamiento debe cambiar la normativa urbanística y dotar de más personal a Urbanismo para agilizar los trámites. «Se le está causando un perjuicio tremendo al Casco Antiguo por el miedo de los pequeños inversores», avisa. En el caso concreto de Fundación CB, Fuentes apunta que por el destino que se le va a dar al edificio y el entorno en el que se ubica, la ley prevé una solución que es la de edificación singular «y no sabemos por qué no se está planteando». Al presidente vecinal le parece «irresponsable, torpe y extraño» que no se haya concedido aún la licencia de obras «y se esté demorando tantísimo», cuando este proyecto es «una pieza básica en el intento de rehabilitación y hay que tomar el tema con muchísima más seriedad». Una vez solucionada esta actuación, considera que habría que reformar la legislación urbanística para facilitar las inversiones en el Casco Antiguo, con garantías para los vecinos y para el patrimonio.

EN LA OPOSICIÓN /También opinó ayer, a preguntas de este diario, el portavoz municipal del PSOE, Ricardo Cabezas, quien defendió que Fundación CB tiene «toda la razón» al poner plazo a la licencia de obras y quejarse del retraso. Pero el concejal tachó de «lamentable» que se tenga que llegar a esta situación «tan extrema», cuando en su día todos los grupos municipales acordaron que era necesario que la Fundación CB se ubicase en el Casco Antiguo «y no iba a haber ningún tipo de problema». Cabezas está convencido de que se solucionará y de que la polémica «se podría haber evitado». En su opinión, «tendría que estar resuelto hace mucho tiempo, porque todos entendíamos que no debía haber ningún inconveniente y todos los servicios iban a estar pendientes de este proyecto para que saliese cuanto antes».