Ochenta mil toneladas. Esa es la cantidad de camalote que ha sido retirado de las aguas del Guadiana por la Unidad Militar de Emergencias (UME) y, a través de Tragsa, por la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) desde que en octubre pasado se puso en marcha el Plan de Limpieza Intensiva. Los militares han extraído 35.000 toneladas del tramo urbano del río a su paso por Badajoz y los operarios de la empresa pública, otros 45.000 en distintas zonas del cauce (la invasión afecta a 176 kilómetros).

El presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, visitó ayer, junto con la delegada del Gobierno, Yolanda García Seco, los lugares donde se está trabajando actualmente. Primero, la margen derecha junto al puente de la A-5, donde desarrolla su labor el personal de Tragsa, y posteriormente, el tramo entre el puente Real y el azud de La Granadilla, en el que la UME ha retomado el trabajo tras la Navidad.

En total, 300 personas participan en estos momentos en estas tareas. 120 de ellos son miembros de la UME, que desde el 15 de octubre ha realizado una decena de rotaciones (1.200 efectivos) y cuyo área de actuación corresponde al tramo entre el puente de la A-5 y la frontera con Portugal. El teniente coronel Juan Esteban Rodas, encargado de coordinar el operativo, explicó que, una vez que se ha limpiado «prácticamente» el camalote el río entre el Brazo Jamaco y el puente Real, ahora los esfuerzos se centran en erradicar la planta entre este último y el azud, para después intervenir en el tramo que queda hasta Alqueva (menos afectado por la invasión). No obstante, apuntó que aún quedan zonas a las que tendrán que regresar para culminar las tareas de retirada de camalote, que se han dejado pendientes por entrañar una mayor dificultad, lo que hubiera supuesto retrasar los trabajos, para los que es muy importante aprovechar las bajas temperaturas, ya que la planta se repliega. Así, volverán a actuar en las lagunas de Bardocas, donde queda un 30% por eliminar, y en el Brazo Jamaco, donde solo se ha extraído entre un 30 y un 40% del camalote.

Aunque la previsión era que el Guadiana estuviera completamente limpio a finales del invierno, Rodas reconoció que es «difícil» dar una fecha concreta, pues la experiencia les ha demostrado que en cada zona se encuentran con problemas diferentes. En este sentido, señaló que retirar las últimas 5.000 toneladas de camalote les ha costado «lo mismo» que las primeras 20.000. De momento, las plantas extraídas seguirán en las zonas de acopio dispuestas en las orillas, pues no hay riesgo de contaminación.

García Seco, por su parte, recordó que este Plan de Limpieza Intensiva es una actuación «a largo plazo» y que durante varios años habrá que llevar a cabo tareas de mantenimiento y contar con personal que vigile continuamente para que no vuelva a producirse una invasión similar.

Vara reconoció el «magnífico» trabajo que está desarrollando la UME, a la que dijo que Extremadura estará «eternamente agradecida, y el personal de Tragsa.