Ciento veinte efectivos de la Unidad Militar de Emergencia (UME) se incorporaron ayer a los trabajos de retirada del camalote en el Guadiana. Su área de actuación es el tramo entre el Brazo del Jamaco -por donde han empezado- hasta la frontera con Portugal, por la especial incidencia de la plata exótica en esta zona y para evitar que se extienda a aguas lusas.

Para desarrollar estas tareas disponen de más de 60 medios, entre propios y cedidos por la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG), como cuatro retroexcavadoras --cuyas palas se han adaptado para sacar estas planta del agua--, 20 vehículos ligeros y de apoyo; camiones; autobombas; cuatro volquetes; vehículos anfibios, minimáquinas y embarcaciones. Además, cuentan con un equipo de buceo, cuyos cometidos principales son de recuperación de materiales, seguridad y reconocimiento del fondo del río, y tiene a su disposición un helicóptero Eco Charlie 135 cuando se requiera para la vigilancia y control. En función del cumplimiento de los objetivos y las necesidades que se detecten una vez desplegados sobre el terreno, se irán incorporando más efectivos y medios al dispositivo inicial.

La Unidad Militar de Emergencia permanecerá en Badajoz hasta que el río esté «completamente limpio», lo que se estima que ocurrirá a finales del invierno. En las primeras semanas el operativo estará integrado por efectivos del Batallón número 1 y del Regimiento de Apoyo en Intervención en Emergencias Tecnológicas y Medioambientales de la UME, ambos con sede en Torrejón de Ardoz (Madrid). La idea es que después se realizarán relevos semanales con personal procedente del resto de batallones.

Es la primera vez que la UME interviene en un operativo de este tipo, al frente del que está la CHG, de la que ha recibido información y formación para llevar a cabo estas tareas. El teniente coronel del Batallón número 1, Juan Esteban Rodas, explicó que el dispositivo combinará el uso de máquinas donde el terreno lo permita, puesto que son las que mayor volumen de camalote permiten retirar, pero «sobre todo manual» donde la primeras no puedan acceder. De manera simultánea, incorporarán otro tipo de equipos y materiales propios que hasta ahora no se habían utilizado en el Guadiana.

De momento, la UME no tiene estimaciones de las toneladas de camalote que podrá retirar cada día de las aguas del Guadiana. «Somos nuevos en este cometido, pero iremos controlando la cantidad de planta que se extrae y en el futuro podremos medir nuestro rendimiento y saber qué volumen y qué superficie somos capaces de limpiar en el día, a la semana o en un mes».

La UME se suma a la primera fase del plan de choque puesto en marcha para la limpieza «integral» del Guadiana, donde el camalote se extiende por 176 kilómetros de río. En el resto de tramos son otros 120 operarios de la empresa pública Tragsa los que se están encargando de retirar esta especie invasora. A principios de octubre se incorporaron 12 embarcaciones más, lo que supone un refuerzo de seis equipos en la lucha contra el camalote.

La plantas retiradas se amontonan en las proximidades del río para que se degrade, pues no se pueden aprovechar para ningún otro uso, según explicó el presidente de la CHG, Samuel Moraleda, que ayer visitó el Brazo del Jamaco junto a la delegada del Gobierno, Yolanda García Seco, y la consejera de Medio Ambiente, Begoña Bernal.

Todos coincidieron en que el problema del camalote en el Guadiana había hecho «indispensable» la colaboración de la UME. Esta es la primera fase para frenar la proliferación de esta planta y limpiar el cauce del río afectado, pero habrá una segunda de «mantenimiento», pues el objetivo es que la «invasión no se repita el próximo año», según destacó la delegada del Gobierno.

En el mismo sentido, se pronunció la consejera de Medio Ambiente, quien señaló que una vez el río esté libre de camalote, se podrá trabajar en «alertas tempranas». García Bernal valoró la profesionalidad de la UME, demostrada en la región en sus intervenciones en los incendios, y recordó que la Junta ya solicitó su presencia en el 2016, pero el Gobierno de Rajoy la denegó.