Carlos Durán pone el ejemplo de Aranjuez, por donde pasa el Tajo, pero en muy poco recorrido. A pesar de que el contacto del río con la ciudad es breve, los habitantes de Aranjuez han sabido aprovechar tan corto tramo en todas sus dimensiones: hay un barco que lo recorre para dar paseos, heladerías, restaurantes y cafeterías que miran al río y actividades deportivas.

Todo lo contrario de lo que ocurre en Badajoz, una ciudad cruzada por el Guadiana --"Badajoz no tiene un río, por Badajoz pasa el río", dice Carlos Durán--. Pero los pacenses no han sabido aprovechar esta ventaja. En la actualidad, en el Guadiana sólo hay pescadores, el club de piraguístas y, ahora, Guadiana Natural.

Guadiana Natural ha sido una idea puesta en práctica por los hermanos Carlos y Juan Durán, que consiste en alquilar canoas y organizar descensos del río.

La actividad comenzó a finales de septiembre, después de darse a conocer en la última convocatoria de Mira al Guadiana y, de momento, parece que los pacenses se animan a pasear por el río, desde dentro. Ahora están organizando la primera excursión río abajo, una aventura que puede prolongarse durante toda una jornada con un grupo mínimo de personas.

La intención de los dos socios era comenzar la actividad de Guadiana Natural a principios de verano, por ser el momento climatológico propicio, pero los trámites burocráticos se lo impidieron. También pensaron instalarse en la margen derecha, entre los puentes de la Universidad y Real, pero al final lo han hecho junto al azud. Allí disponen de 14 piraguas de distintos modelos y ya han encargado más. No son individuales y tienen garantizada la total estabilidad, son involcables, para que cualquiera pueda utilizarlas. El precio: 3 euros por persona y hora. Un chollo si se piensa en las posibilidades del paisaje.