El jefe de la Unidad de mama y obesidad mórbida del Hospital Infanta Cristina, el doctor Manuel Martínez, pidió ayer más recursos para el tratamiento integral de los tumores de mama, en una unidad en la que cinco cirujanos atiende unas 7.000 u 8.000 consultas al año, por lo que "necesitamos uno o dos profesionales más y uno o dos quirófanos más a la semana".

Martínez hizo pública esta demanda durante la presentación de la campaña de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) para el llamamiento a la detección precoz del cáncer de mama mediante la realización de mamografías, y de los actos a desarrollar el próximo lunes, día mundial contra la enfermedad.

Tanto Martínez como la doctora Rosa López, responsable del programa de detección precoz de la Junta de Extremadura; Ana Rosas Murillo de la Cueva, presidenta de la AECC en Badajoz; y la doctora de la Unidad de mama del Infanta, Maribel Correa, recordaron la importancia de que las mujeres entre 50 y 69 años se hagan una mamografía anualmente o cada dos años.

Martínez, quien confía en que el cáncer de mama será uno de los primeros en curarse sin cirugía, recordó que "desde que nace un tumor hasta que clínicamente se puede detectar transcurre un promedio de cinco años", durante ese tiempo, las mamografías permiten detectar síntomas que llevan a un estudio más amplio. En mujeres menores de 45 años pero con antecedentes familiares se empieza ese estudio a más temprana edad utilizando ecografías.

Rosa López recordó que a 2.090, de las 36.000 mujeres que se hicieron una mamografía con el programa de detección precoz de la Junta de Extremadura en 2008, se les hicieron más pruebas tras detectarse indicios de "criterios de malignidad", que se confirmaron en 136 casos, en los que el tumor se pudo coger a tiempo. López demostró con este ejemplo la importancia de hacerse una mamografía y pidió a las mujeres que pierdan el miedo para reducir los riesgos.

Desde la Asociación Oncológica Extremeña también se incide en la importancia de hacerse una mamografía y recuerda que gracias a los programas de detección precoz y las mejoras en el diagnóstico y tratamiento la supervivencia ha aumentado en los últimos años.