La Delegación de Urbanismo ha ordenado el derribo de las viejas naves en ruinas que hay en el camino de Las Moreras, a escasos metros de las viviendas sociales, según confirmaron a este diario fuentes municipales. Los servicios de Control y Disciplina Urbanística han elaborado un informe en el que se aconseja la demolición de estas construcciones por el riesgo que representan, que ya se ha remitido a la Concejalía de Patrimonio para que inicie los trámites. Algunas edificaciones son de propiedad municipal y otras de particulares.

Las construcciones más voluminosas son los restos de una antigua fábrica de papel, pero también hay restos de otros negocios que dejaron de funcionar hace ya muchos años, según recordó la presidenta de la Asociación de Vecinos de Cañada-Moreras, Carmen Alor, a quien el concejal de Urbanismo, Celestino Rodolfo, ya ha comunicado que esas edificaciones se derribarán.

"Espero que las tiren cuanto antes, porque son un peligro", confió la presidenta vecinal. El colectivo ya había reclamado con anterioridad el derribo de estas naves, porque muchos niños van a jugar por el entorno. También la policía local y los bomberos habían advertido del riesgo que representa el estado en que se encuentran. La última vez fue a principios del pasado mes de marzo, cuando las fuertes rachas de viento derribaron las planchas de uralita de una de las estructuras, como informó este diario.

RIESGO Entonces los bomberos señalizaron el lugar ante el riesgo de que se produjesen nuevos desprendimientos, conocedores de que este lugar es frecuentado por grupos de niños y algunas personas que eligen este entorno para pasear. Carmen Alor señaló que además junto a uno de los edificios hay agujeros de varios metros abiertos en el suelo y que es frecuente que se depositen muebles y enseres viejos en esta zona.

La asociación de vecinos tenía la esperanza de que el proyecto de recuperación de las márgenes del río afectase a esa zona, pero, según la información de la que dispone el colectivo, solo se intervendría en una pequeña parte, por lo que la mayor parte de estas edificaciones continuarían en pie.

VISITA AL BARRIO Estaba previsto que el concejal de Urbanismo realizase una visita a la barriada para abordar éste y otros asuntos, pero finalmente se ha aplazado para este jueves. Entre las cuestiones que los vecinos plantearán a Rodolfo está el deseo de que se acondicione un inmueble de la calle Padre Fermín Barba --un antiguo bar-- para trasladar la sede vecinal, que ahora ocupa un local de alquiler, que costea el ayuntamiento, en la avenida de Málaga.

Carmen Alor recordó que el ayuntamiento les cedió el viejo bar de la calle Padre Fermín Barbas --de propiedad municipal tras una permuta con la Junta-- para el reparto de víveres del Banco de Alimentos y para el Centro de Promoción de la Mujer, pero que han tenido que abandonarlo porque no reúne condiciones. "Cuando llovía se nos caía el agua encima", describió. Además, pedirán que se estudie la posibilidad de construir una segunda planta para que la asociación cuente con un salón de actos.

Los vecinos quieren dejar su actual sede porque en el entorno se reúnen grupos de jóvenes que "consumen drogas" y creen que no es adecuado que los niños que acuden a las actividades que organiza el colectivo se encuentren con ese panorama "un día tras otro".